31. Tristeza

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Narra Coco🌙

-¿Qué cojones es esto? -Dice de espaldas a mí al momento que entro de nuevo a mi cuarto.

Mi sangre se congela cuándo voltea y señala con los ojos en un papel, su mandíbula está tensa al igual que todo su cuerpo, rígido.

Sus ojos se clavan en mí y yo no sé cómo actuar.

Trago saliva y con seguridad hablo -Tranquilízate, si no te lo dije antes era porque aún no he tomado una decisión.

Él suaviza el rostro y deja el papel encima de la mesa de mi escritorio.

-¿Por qué no me dijiste nada de que ibas a mandar una solicitud para un curso fuera de Estados Unidos?

-Porque estaba enfadada de aquellas contigo, lo siento, Axl. Yo quería decírtelo -Confieso- iba a decírtelo, pero tengo miedo de irme y cuándo vuelva las cosas no sean cómo antes.

Nos quedamos en silencio inversos en la mirada del otro.

-¿Cuánto meses te irías?

-Diez -aseguro.

-¿Y cuándo te vas?

-En menos de un mes -Musito, disgustada.

Él se toca la frente con frustración y se sienta en el borde de mi cama, me mira cómo si estuviera pensando que deliberar conmigo.

-¿Desde hace cuánto que lo sabes?

-Axl...

-Contéstame, Coco -Ordena, serio.

Enarco una ceja, enojada, pero no puedo culparlo.

-Hace unos meses.

Él se levanta bruscamente de la cama y se acerca peligrosamente a mí.

-¡Me lo has ocultando duranrte tanto tiempo! -Grita- ¿Pensabas ocultármelo siempre? -Pregunta, dolido.

-¡Te lo quise decir pero no quería arruinar lo nuestro! -Me defendí- En ese momento no había tomado una decisión -Añado.

-¿Y ahora sí? -Inquiere.

Veo el dolor en su mirada.

-Sí, me voy a ir a Sydney.

Él toca su pelo con frustración -Es tu decisión Coco, no puedo interferir. ¡Pero si no me lo hubieses ocultado las cosas serían diferentes!

-¿Cómo diferentes? -Digo molesta perdiendo los nervios.

-No estaríamos discutiendo ahora. ¡Me jode que no me lo hayas dicho! ¿No confías en mí, tenías miedo qué te dejará? -Interrogo.

Silencio.

-Eso imaginaba.

Después, Axl sale por la puerta y yo me quedo devastada unos minutos hasta que escucho el portazo de la puerta principal. Esto no debería estar pasando.

No, no, no. Me niego a perderle.

Mis ojos se humedecen ligeramente y llamo a la única persona que no me juzgaría.

-¿Coco? ¿Estás bien?

-Nix... él lo sabe -sorbo por la nariz.

Quince minutos después, Phoenix se presenta en la puerta de mi casa con una bolsa de golosinas para calmar la ansiedad, el azúcar siempre es una buena herramienta de ayuda.

-Ven aquí -Me abraza.

Narra Axl🌹

No he visto a Coco desde el jueves, hace cuatro días. No puedo retenerla aquí conmigo, debe ir. Conocer su propio camino, crecer cómo persona. Me dolería en el fondo que no vaya a Australia por mí. Sí, me jode que se vaya, pero más me duele que no me lo haya dicho.

Moonlight «Axl Rose» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora