32. Amigos

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Narra Coco🌙

Nos quedamos mirando durante un largo momento, las palabras no salen, sólo llego a susurrar un simple:

—Lo siento.

Él no dice absolutamente nada, sus ojos se enganchan a los míos y muerdo mi labio inferior con fuerza.

—No sé en qué estaba pensando —Digo exasperada— Axl, por favor di algo —Pido.

Él toca su mandíbula, pensativo.

—Coco... ¿Qué puedo decir? Tienes que ir, es un nuevo comienzo —Dice con tristeza.

—¿Eso qué quiere decir? —Pregunto, confusa.

—Vamos afuera —Asegura mientras entrelaza su mano con la mía y comienza a caminar para salir del club.

Su tacto...

Tan especial, tan jodidamente especial.

Al llegar afuera no disponemos alejarnos de la puerta de entrada para dejar acceso a las demás personas.

—Axl, si me pides qué no me vaya no me iré —Le aseguro.

Él suspira.

—Coco —Dice serio— No puedo retenerte aquí conmigo, tienes que ir. Sería egoísta de mi parte —Añade.

—Sé qué estás enfadado pero...—Me corta.

—Tienes que ir, ¿de acuerdo?

Sorbo por la nariz, noto cómo mis ojos pican y humedecen.

—¿Y qué será de nosotros?

—Seguiremos siendo amigos —Avisa.
Inhalo.

—¿Cómo qué amigos? —Frunzo el ceño y mi corazón pincha.

Mi voz hace que varias personas nos miren con curiosidad pero una mirada mortal mía basta para que sigan a lo suyo.

Aunque para qué mentir, yo también me quedaría mirando a una pareja discutiendo a las tantas de la mañana en el centro de Los Ángeles, pero las calles están repletas de personas, tienen más dónde mirar.

—Coco, los dos sabemos cómo va acabar esto y no quiero que acabe mal —Admite.

—¡Pero es qué yo no quiero que esto se acabe! —Le reclamo.

Axl se toca la frente con frustración.

—¿Quieres que esto sea una relación a distancia?

Alzo una ceja.

—Lo único que quiero es que las cosas entre nosotros no cambien —Espeto.

—Seremos amigos, nada cambiaría.

Tomo una fuerte y temblorosa respiración:

—¿Estamos cortando? —Inquiero.

El miedo se apodera de mí.

—Sí.

Note cómo la oscuridad se hacía presente en mi mente, apreté los ojos con fuerza. Todo se nublo a mí alrededor, mi corazón se estaba rompiendo cómo si fuera de cristal.

—No me dejes, por favor —Suplique llorando y golpeando su pecho.

Él me agarro de los brazos y me mira asombro, envolvió sus brazos alrededor mi cadera y me acercó para abrazarme.

Apoyé mi cabeza en su pecho.

—Mi madre me dejó, Albert hizo lo mismo. Axl no me dejes, todos se acaban yendo de mi vida, pero yo te necesito.

Moonlight «Axl Rose» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora