7. Egoísta

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Narra Coco🌙

Mi madre me decía que tenía un gran cerebro con una cara bonita. Una baby doll con maletín. Ahora sé que soy un cálido y pequeño huracán, porque soy femenina y suave pero aún soy una jefa con labial rojo y soy ruda. Cómo Marilyn Monroe en un coche monstruo. Porque puedo ser zen y puedo ser la tormenta. Huelo cómo una rosa y penetro cómo la espina.

Algunos se creen que soy cómo un pequeño bebé, frágil, que me agrieto pero en realidad no me rompo. Me río de sus límites, no tengo cuerdas no soy un maldito títere. Tengo mi propio dinero.

—¿En qué piensas tanto? —Pregunta una voz detrás mía sacándome de mis pensamientos.

—Nada —Murmuro mientras rallo queso.

—¿Segura? —Inquiere Blake.

—Muy segura, Carver —Admito— Es sólo que estoy muy cansada —Me encojo de hombros.

Después de estar en el parque de atracciones de Santa Mónica con Axl, decidimos ir a una restaurante de comida rápida dónde pagamos a media y luego paseamos por mi vecindario.

Me contó sus sueños, sus gustos y algunas aficciones que no tenía ni idea de que le gustaban. Aún no le había contado mucho de mí, luego él lloro mientras me contaba cosas de Riley.

Ella era su princesa.

Era, en pasado. Lo fue, y es hora de que el dolor pasé y Axl pasé página.
Una vez acabada la jornada laboral llego a mi casa totalmente cansada.
Hoy había salido antes del trabajo ya que mi otra compañera, Piper, me cubrió el turno en Lipa's.

Cuelgo mi chaqueta en el perchero de la entrada y camino hasta llegar a las escaleras.

Pero una voz familiar y ronca me detiene a medio camino.
Le busco con la mirada, y alejado está en el despacho, con mi padre al lado y otros dos compañeros de mi padre, y otro joven universitario de Leyes.

—¿Axl? —Musito mientras me acerco hasta a entrar en la habitación.

—Hola, bellíssima. ¿Cómo te fue el día? —Pregunta mi padre con una sonrisa.

Lo miro confusa y sonrío —Bien.

Los ojos celestes de Axl conectan con los míos al oír mi voz. Esta vestido con unos jeans y una camiseta básica de color blanca.

—Hola, Coco —Saluda Steven a su lado quién me sonríe tiernamente.
Sacudo mi mano, ¿qué diablos hacían dos chicos de mi grupo de amigos aquí?

—¿Qué hacéis aquí? —Pregunto, confundida mientras muerdo mi dedo corazón.

—Prácticas, para la Universidad —Me responde está vez el pelirrojo.

—¿Os conocéis? —Interviene mi padre mirándonos a ambos.

—Sí —Respondemos al unísono.

—Somos amigos —Sonríe Steven.

—¿Prácticas de Economía? —Prosigo a lo mío y asienten— Papá...¿podemos hablar un momento?

Mi padre se levanta y le pide a Steven que apile todas las hojas en un mismo paquete.

—Sí, señor Butera.

Caminamos hasta llegar a la cocina y cierro la puerta detrás nuestra.

—¿Por qué no me dijiste que ibas a traer a mis amigos a aquí? —Susurro, enojada.

—¿Te molesta?

—No, no —Suspiro— Pero por lo menos lo podías haber comentado —Agrego.

Moonlight «Axl Rose» ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora