Mire a su mamá y ella sola tenía su mirada en la mesa, mientras algunas lágrimas salían de sus ojos, Jonathan estaba igual, aunque no lloraba sus ojos estaban rojos, el optó por abrazar a su madre.
Mi mamá no sabía que hacer, así que trato de calmar al señor ya que quería salir detrás de su hijo.
El se calmó y se sentó molesto, arreglo su traje, para luego mirar su comida fijamente.
Dakota y yo nos miramos asustadas, luego ella tomó mi comida y la vacío toda en su plato.
-Anda con el, cuida que no haga una tontería- susurro. Yo asentí.
-Mm.. Ya terminé- trate de sonreír.
-Está bien hija- contestó mi madre mirándome mi plato.
-Amm.. Quiero ofrecer una disculpa- el señor nos miró- no era nuestra intención que ocurriera esto- suspiro para luego bajar la cabeza.
-No se preocupe señor Velez, aveces hay problemas- mi madre lo miro a él y a su familia.
-Gracias- susurro la señora que ahora estaba un poco más tranquila.
-Emmm.. Yo me retiro- me levanté de la mesa y coji mi plato para llevarlo a la cocina, pero el señor Velez me detuvo.
-Pequeña, no quería asustarte, ni a ti ni a tu hermana- miró a Dakota.
-Nos asustó un poco si, aunque eso ya no importa.
Pero creo que no debió tratar así a su hijo- le di una mirada rápida y salí de ahí.No me quedé a esperar que más decía porque tenía que ir a ver a Velez.
Lo que su padre le dijo fue muy duro, a nadie le gustaría que le digan "ojalá te hubieran abortado" y menos si viene de tu padre.
Ahora veo los problemas del que tanto he escuchado, creí que eso era sólo por su rebeldía, y tal vez el exageraba, pero veo que no, veo que de verdad las cosas son fuertes.
Lo busqué por un buen rato, hasta que escuche unos ruidos en la parte trasera de mi casa, salí a ver y ahí estaba el, golpeando una pared mientras algunas lágrimas se le escapaban.
Golpeaba esa pared con tanta furia, con tanto dolor, lo podía notar, hasta vi que la pared que era de color blanco se comenzaba a tornar roja en la parte que el golpeaba.
Me acerqué rápidamente antes de que se aga más daño del que ya se había hecho.
-¡Velez basta!- grite tratando de que deje de hacer eso.
-¡Dejame! ¡Total a ti no te importa lo que pase conmigo!- gritó golpeando más fuerte aún.
-¡Te estas lastimando!- grite ignorando sus palabras.
-¡Mejor anda ve a Pimentel!- gritó golpeando más fuerte aún.
Lo mire de mala manera, pero luego me acerqué y lo jale bruscamente de el saco que tenía.
El solo suspiro y luego me miró. Se veía perdido y triste. No podía tratarlo mal, en ese momento lo único que el necesitaba era sentirse acogido por alguien.
Lo mire unos segundos, luego tome sus manos que estaban sangrando.Las observé, aquello se veía muy mal.
-Tenemos que curarte esto- indiqué sin quitar mi vista de sus manos.
-Eso no importa- susurro bajando la mirada y quitando sus manos de las mías.
-Claro que importa- lo mire mal- tenemos que curarte eso- volví a tomar su mano.
-¿Y de cuando aquí tu te preocupas por mí?- el no me miraba, sólo tenía su mirada fija en el piso, tratando de contener sus lágrimas.
-Oye- apreté sus manos haciendo que me mire.
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Del Odio Al Amor (Christopher Vélez)
Teen FictionQue harías tú si la persona que se ganó tu odio, quiere ganar tu corazón y la persona que se ganó tu corazón tiene que ser sólo tú amigo