Del Odio Al Amor (Christopher Vélez)

Capitulo 44

Pero aun se escuchaban los gritos de Yashua, luego llegue a escuchar la voz de otros de mis amigos, si es que así se les puede decir aun.  

-Hey linda vamos- dijo Austin tomando mi mano.

-Emmm- di un suspiro y lo seguí.

Caminamos un poco y me llevo hacia donde estaba una motocicleta, el sonrio y se subio en ella encendiendola.

-Ven- hizo un ademan con su cabeza.

-Tengo miedo- estaba asustada, nunca en mi vida había subido en una.

-Ashhh- negó con la cabeza- ven te prometo que nada mala pasara-sonrió un poco y yo accedi.

Avance de a pocos y subí con mucho miedo, el se comenzo a reir de mi, para luego arrancar, juro que en ese momento creí que iba a morir, por lo que me aferre con mucha fuerza a su cintura.

-Si te pones asi no vas a ver lo hermoso de esto- dijo con un tono burlón- Abre los ojos y suéltame, pero solo un poco.

Yo con mucho miedo lo hice, lo solte un poco y abrí mis ojos, levantando mi cabeza, cuando por fin lo logre hacer, vi que todo allí era hermoso, sentir el viento chocando con mi rostro y me gusto, esa sensación fue tan linda, por un momento olvide todos mis problemas y sentí que solo era yo, y nada mas que yo, me sentí libre, todo el dolor se fue.

-¿Esto es grandioso verdad?- Austin que iba manejando muy alegremente.

-Si- dije con mucha emoción.

-Ya vez, esto no es algo de temer- dijo en una risita.

-Lose- me sentia super bien.

Todo se veía genial, hasta que pasamos por la casa de Chris, solo hizo falta eso para sentir otra vez ese maldito dolor en mi pecho, ese dolor que me llevó a alejarme de todo el mundo.

-Para- susurre, sin lograr que me escuche - ¡PARA!- grite con fuerza al ver que no dejaba de manejar.

-¿Qué pasa?- preguntó sin entender, mientras bajaba la velocidad de la motocicleta.

-Para- volvi a decir con un hilo de voz, sin querer las lágrimas ya estaban en mi rostro.

El no pregunto nada mas e hizo lo que yo le pedí, paro su motocicleta, y ni bien lo hizo, me baje de ella y comencé a caminar en dirección contraria de donde estaba Austin.

-¡Hey, bonita!- llamó él sin comprender - ¿Hice algo malo?- preguntó cuando estuvo lo suficientemente cerca de mi 

-Quiero estar sola- pedí tratando de controlarme.

-Pero dime, si hice algo mal- pidió,

-No, no hiciste nada malo- suspire.

-¿Entonces?

-Son muchas cosas- susurre- Con un solo culpable- termine mi oración con dificultad.

-¿A qué te refieres?- preguntó sin comprender.

-No me siento bien, solo eso- suspire y me senté en el piso.

-Dímelo, por favor- pidió mirándome con tristeza, para luego sentarse conmigo.

-¿Enserio, quieres que te lo diga?- pregunte limpiándome las lagrimas.

-Si- sonrió levemente tratando de darme confianza.

-Bueno- suspire- lo que pasa es que, fui una idiota, una estúpida que no se dio cuenta de que había llegado el chico de sus sueños a su vida y lo dejo ir- ni bien termine de decir eso, baje la cabeza y más lágrimas se apoderaron de mi.