Capítulo 58

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Sentía que ya no podía más, sus fuerzas se habían agotado Pedro la había vuelto a golpear y lo único que quería en ese momento era matarlo, pero ahí sentada donde estaba no podía.

Pedro había recibido todo el día llamadas y mensajes y eso la traía mal, ademas el vidrio que había recojido del piso le había hecho muchas heridas en sus manos, el cortar la hebras de las sogas la había lastimado demasiado.

Se sentía cansada y débil, pero en ese momento lo único que deseaba era irse, no quería estar más en ese lugar.

-¿Qué cosa?- se escuchó a Pedro.

(...)

-Ese no es mi problema.

(...)

-La cagaste tú no yo.

(...)

-¿Qué?

(...)

-Por una mierda, ¿Dónde estás?.

(...)

-Esperame ahí.

(...)

-Yo veo eso.

(...)

-No me importa.

(...)

-Callate- dicho esto, cortó la llamada.

-¿Qué te vas?- preguntó ella burlona.

-Si- dijo de mala manera- Pero que ni se te ocurra hacer cosas estúpidas, porque si no te vas a arrepentir.

-¿Arrepentirme? JA, Si a ti no te tengo miedo- lo estaba desafiando.

-Pues deberías- dijo mientras se dirijia hacia un baúl y sacaba un objeto de él.

-En la vi...- no pudo terminar porque Pedro le tapó la boca con su mano pasó su otra mano por su cabello, pero con un revolver en ella.

-Es mejor que dejes de hacerme tanto berrinche- dijo poniendo el objeto en su cien- Tranquilita preciosa- dijo besando su cuello y ella se movió bruscamente.

-Maldito, estás loco- dijo ella de mala manera.

-Tal vez- dijo para luego salir de aquel lugar.

Ella por su parte comenzó ha hacer más esfuerzos para poder irse, no podía seguir ahí, Pedro estaba realmente loco y aunque odiaba admitirlo tenía miedo, miedo de que el enfermo de Pedro la lastimara, miedo a lo que le podía hacer, miedo de todo en ese momento.

Así que tomando fuerzas de donde pudo comenzó ha hacer lo más rápido su trabajo con el vidrio y la soga, sabía bien que Pedro no tardaría mucho y eso era un punto en su contra, tenía que lograr escapar antes de que él pudiese llegar.

...
...
...

-¿Por aquí?- preguntó Chris viendo que por donde iba era un lugar alejado de todo.

-Si- afirmó Joel- O eso creo- titubeó.

-Si o no- dijo Nathan- porque no podemos estar como pendejos dando vueltas- estaba algo molesto.

-Ya lo sé- dijo serio- Pero como quieres que este si aún no me cabe la idea de que Ale está merida en esto, además de que nos salimos sin decirle nada a los chicos- dijo bajando la cabeza.

-Por eso se quedó Dakota y Richard ¿no?- contestó Austin.

-Mira tarado, será mejor que tu te calles- Joel eataba demasiado estresado.

Del Odio Al Amor (Christopher Vélez)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora