Por instinto comenzo a gritar por ayuda, pero lo único que se podía escuchar era el eco de su voz, entró en pánico y comenzo a moverse con fuerza en la silla, luego escuchó una carcajada que hizo eco dándole mucho mas miedo, sin pensarlo si quiera se volvó ha mover logrando caerse en el sucio y brusco piso.
-Ten cuidado, que te puedes lastimar- dijeron irónicamente acercandose a ella.
-¿Quién eres?- pregunto la chica sin poder ver quien era la persona que le estaba hablando.
-Tú me conoces linda- se escucho su risa una vez más.
-POR UNA MIERDA SOLO DÍME QUIEN ERES- dijo ella entrando en pánico.
-Una señorita no debe de hablar así- esa maldita voz la estaba torturando.
-SOLO DIME QUÍEN ERES- gritó ella muy frustrada.
-Pequeña- volvió a reir- yo no te conocí así.
- ¿Te conozco?- dijo ahora un poco más debil.
-Si- él dio una última vuelta y levantó la silla de la chica, para luego ponerse frente a ella.
-¿Pe...pedro?- dijo cuando por fin pudo verlo.
-El mismito- dijo con orgullo.
-¿Por qué?- dijo ella, puesto que no le habían dicho nada, ella no tenía ni idea.
-¿No lo sabes?- arqueó la ceja en forma de burla.
-Porque no lo sé te pregunto idiota, ni modo que sabiendo te pregunte- dijo ella de la misma manera.
-Muy mal preciosa, debes aprender a tratarme bien- dijo dando una buelta alrededor de ella.
-Te hice una pregunta- volvió a decir a decir ella un poco más débil, pero retadoramente.
-Tú no estas en posición de mandar aquí- dijo Pedro perdiendo un poco la paciencia.
-A mi me vale un pepino eso- dijo ella totalmente molesta.
-Sabes, eso siempre fue lo que me encantó de ti, que siempre desafías al más fuerte, aunque te pueda pasar algo- comenzó a tocar su cabello.
-Déjame- ella no hiba a soportar ese tipo de cosas.
-Me encantas- dijo después de haber puesto su cabello a un costado y poner su rostro muy cerca de su cuello.
-¡TE ESTOY DICIENDO QUE ME SUELTES!- gritó ella, moviéndose.
-Tranquila pequeña- dijo el con una sonrisa perspicaz, para luego alejarse de ella.
Se alejó un poco de la luz y volvió hacia ella con otra silla sentandose el en ella.
-Si quieres saber- sonrió acomodandose- te lo contaré- aclaró su garganta- Veras bonita, a mi siempre me gustaste, cuando me dijeron que había una chica que fue capaz de retar al imbesil de Vélez, sentí curiosidad por ti, así que te busqué en el salón, ¿lo recuerdas?- ella sólo asisntió- pues Chris me votó, pero eso no fue mucho problema porque igual conseguí maneras de acercarme a ti, pero tú, no sé como, pero te hiciste amiga del tarado ese, me llené de ira, y pues para acelerar algo, decidí ir a tu casa a declararme a ti, pero antes de poder llegar a tu casa...- dió un largo suspiro y empuñó sus manos- Christopher se fue buscarme con Zabdiel y Richard y me golpearon hasta dejarme inconciente, no fui al colegio por más de 4 meses, pero tu ni cuenta, pasaron los días y mi furia empeoraba, había jurado venganza y gracias a mi primo lo estoy logrando...- no lo dejó terminar.
-¿Tu primo?, ¿De qué hablas?- dijo ella de una manera brusca.
-¿No sabes de mi primo? ¿Enserio?-rió ironicamente.
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Del Odio Al Amor (Christopher Vélez)
Novela JuvenilQue harías tú si la persona que se ganó tu odio, quiere ganar tu corazón y la persona que se ganó tu corazón tiene que ser sólo tú amigo