No podía dejar de pensar en cómo su estómago lo traicionó humillándose a sí mismo en frente de aquel hombre. Después de haber salido del supermercado, huyó hasta el Central Park porque era el sitio más cerca de su casa, se sentó en una banca a comer y una vez saciada su hambre, regresó a su casa para instalar todas las cosas que había comprado para el juego. Era momento de dejar de pensar en el hombre del supermercado y enfocarse en Kyran.
Al final del día, no consiguió el lobo, pero sí pudo ponerle las alas al gato, también trató de domesticarlo pero era una tarea muy ardua para el poco tiempo que tenía. Aún le quedaba un poco de dinero, así que existía la posibilidad de que, si se mantenía optimista, aún podía ir por el lobo; buscarlo en el juego por sus propios méritos o seguir comprando premios misteriosos. Sin embargo, Alioth le había dicho esa mañana que debía arreglar las cosas con Kyran antes de que fuera demasiado tarde, porque Claudia era la única persona a la cual Kyran le permitió entrar en su círculo del juego, ya que él no se relacionaba con nadie que no fuera su gremio y no disfrutaba jugando con desconocidos. Así que Gerard comprendió que, si quería demostrarle su cariño y aprecio a su amigo online no tenía que esperar a que fuera navidad o alguna otra fecha especial, sólo debía demostrárselo y ya. Por ello, tuvo la idea de adelantar la navidad al veintitrés de diciembre.
Esperó pacientemente a que se hiciera de noche y Kyran se conectara; Claudia tenía su regalo listo y se colocó el traje que había preparado para utilizar en navidad. Era una nueva invocación navideña que venía en dos partes; la primera traía un traje de santa para los chicos, para las chicas también pero en versión femenino, claro, con un vestido rojo, el gorro de santa y botas negras, también incluía unas pociones, la segunda invocación traía armamento y regalos sorpresa, Gerard tuvo que comprar muchas para poder completar el traje para Claudia, pero estaba satisfecho cuando vio a su personaje utilizando ese traje. Para acompañar el vestuario, también se cambió de peinado, recogiendo su cabello rojo en dos largas trenzas.
Cuando Kyran se conectó, Claudia fue la primera en aparecer con su bonito traje festivo.
— ¡Hola! — Lo saludó con la alegría que tanto la caracterizaba.
— ¡Claudia! ¿Tienes la nueva invocación?
— ¿Te gusta? — Dio una vuelta para que su amigo pudiera admirar mejor su nuevo look.
— Cla-claro, pero... Aún no es navidad.
— Hagamos de cuenta que sí ¿Está bien? Ahora, no hagas preguntas y vamos a jugar.
Pero Kyran quiso hacerle más preguntas a Claudia, como por qué adelantar así la navidad o por qué estuvo ignorándolo, pero mejor no lo hizo y decidió dejarse llevar y disfrutar el momento, ya que ese día, las cosas estaban yendo como si todo volviera a la normalidad, regresando a los días en los que Claudia prefería jugar con él antes que jugar con alguien más. Y se sentía tan bien de que sólo fuesen él y ella, completando misiones juntos, hablando tonterías. Quizás no era navidad, pero, estando con Claudia, se sentía como tal.
Eran las dos de la mañana cuando pararon de jugar y se dedicaron simplemente a hablar entre ellos. Claudia le dijo a Kyran que oficialmente era veinticuatro de diciembre, así que, no estaría tan mal entregarle su regalo después de todo.
— Yo también tengo un regalo para ti. — Fue la sorprendente respuesta de Kyran. — Pensaba dártelo a medianoche, cuando fuera veinticinco, pero ya que has decidido adelantar la navidad...
La estética navideña del juego no paraba de sorprenderlos; ahora los paisajes eran nevados, llenos de luces y toda clase de adornos de navidad. Todo era muy hermoso. Kyran y Claudia pararon en el bosque donde siempre se reunían a tener distintas charlas cuando no estaban ocupados resolviendo misiones y sólo querían convivir. Había un árbol muy alto, el cual Claudia siempre se tardaba en escalar y por eso Kyran la ayudaba a subir, ya que él tenía el poder de volar. La mayoría del tiempo, se sentaban en la rama más alta cuando se hacía de noche en el videojuego, y solían observar las estrellas mientras conversaban.
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Life Online; Frerard
FanfictionDonde Gerard es un treintañero que no sabe qué hacer con su vida más que jugar juegos de rol multijugador; en ese pequeño mundo conoce a Frank Iero, quien le muestra que la vida real puede ser tan genial como la vida oline.