— Te contaré una anécdota divertida. — Bert estaba hablando sobre cualquier cosa para seguir manteniendo la atención del pelinegro y luego "atacar". — A veces suelo ser taaaaan distraído... Como hoy, que se suponía que venía a comprar algo para cenar, pero mira. — Le mostró su bolsa de compras. — Sólo me llevé unos dulces y no recordé lo importante sino hasta que estuve en el estacionamiento. — Rió. — Siempre me pasan estas cosas, incluso en el trabajo...
— Ah, ¿Sí? — Gerard rió también. — Bueno, no te preocupes, a veces yo también suelo ser muy distraído y olvidadizo.
— ¿En serio?
«Es el momento, Bert, ¡Ataca!». Se dijo a sí mismo.
—... Porque tú solías regañarme mucho por ser un despistado... Señor Way. — Pronunció su apellido con un tono bastante seductor.
Por su parte, Gerard se quedó atónito, parpadeando con mucha rapidez.
— C-cómo es que... — Se encontró con un nudo de nervios atorado en su garganta, el cual no le permitía hablar. — T-tú... C-cómo... — Tragó saliva pesadamente. — ¿Cómo es que sabes mi nombre?
— ¿No me recuerdas? — Gerard se encontraba con una especie vacío mental, no sabía quién podría ser el hombre frente a él, sentía que nunca lo había visto antes. — ¿No reconoces mi voz? Yo te reconocí porque sigues teniendo esa voz de ángel tan inconfundible. — Concluyó con una gran sonrisa, Bert sí que sabía lo que estaba haciendo.
— V-voz de ángel... — Le dio varias vueltas a su cabeza, ya estaba comenzando a recordarlo. — ¡ESPERA! — Gritó boquiabierto, llamando la atención de todos. — ¿Tú eres aquel hombre que solía supervisar? ¿Robert... McCracken?
— ¡Así es! Hace mucho tiempo que renunciaste y no volví a saber nada de ti ¿Qué estás haciendo ahora?
« ¡AUCH!». Se dijo Gerard, sintiendo como si lo hubiesen golpeado en el estómago al haber recibido esa pregunta. «Golpe bajo».
— Y-yo... Je... Estoy desempleado de momento y-y e-es que... Estoy en una especie de viaje de auto-descubrimiento ¿Sabes? — Mintió. — Como un año sabático.
— Oh... — Bert asentía embobado. — Eso suena genial. Tu vida debe ser muy interesante, Gerard.
— Bastante... — Respondió, comenzando a pensar en que sólo quería ir a casa a jugar con Kyran y McCracken lo estaba retrasando.
— Entonces... No te retrasaré más. Pero. — Hizo énfasis en el "pero". — Me gustaría verte de nuevo, ya sabes... Para hablar, ponernos al día y llegar a conocernos más ¿No te gusta la idea?
«NO ¡¿POR QUÉ TODOS SE EMPEÑAN EN INVITARME A SALIR?!».
— Y-yo... N-no lo sé, porque... V-verás...
« ¿Ahora qué excusa puedo inventarle? ¿Cómo puedo fingir que vivo ocupado si ya sabe que estoy desempleado?».
— No necesariamente tiene que ser este fin de semana. — Se apresuró el rubio. — Podría ser el próximo.
— Ese día yo...
— ¿También estás ocupado? — Continuó interrumpiéndolo. — No te preocupes, el fin de semana siguiente a ese también estoy disponible, podría ser el... — Sacó su celular para corroborar su agenda. — El viernes seis de abril tengo que hacer un viaje por trabajo a Chicago, pero regresaré al día siguiente temprano por la mañana, así que esa noche podemos ir a tomar unos tragos o a donde prefieras ¿Te parece?
A diferencia de Frank, Bert lo había dejado sin escapatoria alguna, a Gerard no le costó entender que no importaba su respuesta, McCracken seguiría insistiendo hasta lograr salir con él, así que no tuvo opción.
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Life Online; Frerard
FanfictionDonde Gerard es un treintañero que no sabe qué hacer con su vida más que jugar juegos de rol multijugador; en ese pequeño mundo conoce a Frank Iero, quien le muestra que la vida real puede ser tan genial como la vida oline.