Enamorada del Pocionista de ojos negros (De la Camara a las Reliquias)

Capítulo 47: El mundial de Quidditch y un aviso alarmante

Era cerca de las cinco de la madrugada cuando todos los chicos que iban a asistir al Mundial de Quidditch fueron despertados por la señora Weasley. Diana durmió en un saco de dormir en el suelo junto a Hermione y Ginny, la pelirroja tenía su cama pero quería estar al mismo nivel que sus amigas. 

-Mmm buahhh -bostezó Diana - ¿Que hora es? - miro el reloj y vio que eran las cinco de la mañana -Si aún es muy temprano - bostezó varias veces antes de volver a intentar dormirse pero fue zarandeada por la madre de Ginny -Vale ,vale .Ya nos levantamos- salió un poco tambaleándose y bostezando mientras se dirigía a su baúl para buscar su ropa y el libro en el que escribiría a Severus de su partida. 

''Severus, la señora Weasley nos ha despertado para que vayamos temprano al Mundial de Quidditch. Lo pasaremos genial seguro'' -espero respuesta y no tardó demasiado en llegar

''Me alegra oír eso,pásalo bien y ten mucho cuidado. Creo que algo sucederá ,tengo un mal presentimiento''

Diana al leer eso no tardó demasiado en responder y tenía una expresión de preocupación claramente reflejado en su rostro ''-¿De que hablas Severus ? ¿Hay algo que no me has contado?

''No puedo contártelo ahora, Diana. Nos vemos a la vuelta''

La chica suspiro antes de empezar a vestirse y peinarse. Cuando acabó bajo con los demás a la cocina donde la señora Weasley movía una cuchara en una gran olla.  El señor Weasley estaba sentado en una silla mientras miraba un manojo de entradas.

Diana se estiró haciendo crujir algunos huesos , sonrió - Buenos días a todos 

-Buenos días ,Diana -le respondieron con la misma sonrisa.

-¿Os gusta lo que llevo? -dijo sonriendo el señor Weasley alzando los brazos -¿Parezco un muggle?. Su vestimenta consistía en un jersey de golf y unos vaqueros muy viejos que le venían algo grandes y que sujetaba a la cintura con un grueso cinturón de cuero. 

-¡Completamente señor Weasley!- dijeron sonriendo Harry y Diana 

¿Dónde están Bill y Charlie y Pe... Pe... Percy? —preguntó George, sin lograr reprimir un descomunal bostezo.

—Bueno, van a aparecerse, ¿no? —dijo la señora Weasley, cargando con la olla hasta la mesa y comenzando a servir las gachas de avena en los cuencos con un cazo—, así que pueden dormir un poco más.

-¡No es justo!- dijo bostezando Diana ,luego cogió una cuchara y empezó a tomarse las gachas de su cuenco - ¡Ojala fuera mayor para poder aparecerme!

-La aparición no es un juego,DIana -dijo seria la señora Weasley mientras le servía unas tostadas - Lleva mucho tiempo lograr aparecerse correctamente.Requiere de mucha concentración y si lo haces mal puedes hacerte mucho daño- de la impresión se le cayó la cuchara a la mesa a la chica.

-Molly, no asustes a la niña - dijo negando el señor Weasley. 

-Pero si solo dije la verdad, Arthur 

¿Hay que pasar un examen para poder aparecerse? —preguntó Harry.

—Desde luego —respondió el señor Weasley, poniendo a buen recaudo las entradas en el bolsillo trasero del pantalón—. El Departamento de Transportes Mágicos tuvo que multar el otro día a un par de personas por aparecerse sin tener el carné. La aparición no es fácil, y cuando no se hace como se debe puede traer complicaciones muy desagradables. Esos dos que os digo se escindieron.

—¿Se escindieron? —repitió Harry, desorientado.

—La mitad del cuerpo quedó atrás —explicó el señor Weasley, echándose con la cuchara un montón de melaza en su cuenco de gachas—. Y, por supuesto, estaban inmovilizados. No tenían ningún modo de moverse. Tuvieron que esperar a que llegara el Equipo de Reversión de Accidentes Mágicos y los recompusiera. Hubo que hacer un montón de papeleo, os lo puedo asegurar, con tantos muggles que vieron los trozos que habían dejado atrás...