Capítulo 4

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Dedicado a gloryrogar

Reicher

Habían pasado varios días, cinco para ser exactos, la vida de cada uno seguía "normal"

Si por normal te refieres ver a papá beber todos los días, tener que lidiar con mis pesadillas y plantearme la idea de buscar otro trabajo, pues si todo muy normal tarada.

Gritó esa voz dentro de mi cabeza estaba enojada, muy enojada con papá porque había decidido dejarse vencer, y yo me estaba partiendo en dos tratando de encontrar una solución por mis hermanas.

Termine de acomodar los libros que faltaban del nuevo pedido cuando una voz me hizo dejar lo que estaba haciendo, Raphy mi amigo más que eso, hermano de infancia había entrado hecho un torbellino, gritando mi nombre alarmando a todas las personas que ahí se encontraban.

Corrí hacía él, nada bueno llego a mi mente cuando nuestras miradas se encontraron me sostuvo de la mano y sin explicación alguna me arrastró hacia la salida.

—Tienes que venir conmigo ya Cher.

Su voz sonaba más a una orden que a una petición.

—¿Por qué? ¿qué pasa? Ralf?

Mi voz sonó más serena de lo normal, pero al ver la angustia con que sus ojos me miraban me asustó, mis sentidos se activaron al instante, él no era de los que hacía un gran alboroto por nada.

—Estaba en tu casa había decidido pasar a saludar como es costumbre cuando tengo algo de tiempo...

Inició su relato algo rápido y nervioso, pero lo conocía muy bien cuando se andaba con rodeos es porque habían serios problemas lo conozco mejor que a mí, detuve mi paso, lo mire como si le hubiesen salido dos cabezas.

—¿Le paso algo a papá verdad? ¡¿dónde está a qué hospital lo han llevado?!

Hablaba sin detenerme lo sabía, sabía que algo le pasaría si seguía tomando de esa manera es que es un egoísta solo piensa en él y nosotras, nosotras qué Ralf.

Mi amigo me tomó de los hombros y me miró a los ojos.

—Se lo ha llevado la policía Cher.

Quede sin habla, fría y paralizada, la policía.

—¿Porque se lo ha llevado la policía Ralf sabes por qué?

—No preciosa no sé, él y yo estábamos hablando. Cuando llegue a tu casa él abrió la puerta y me sorprendió mucho verlo en esas condiciones jamás lo había visto así, me dejó pasar y lo convencí para que tomara una ducha mientras le preparaba un café bien cargado y algo de comer, cuando estábamos hablando tocaron la puerta abrí y eran ellos les pregunte que pasaba preguntaron por tu padre y traían una orden de detención, intente saber algo más, pero tu padre me lo impidió diciendo que el colaboraría.

—Vamos llévame con él esto no me pinta bien, necesito saber qué está pasando.

Subimos a su auto y nos dirigimos hacia la estación de policía veinte minutos después y gracias a Dios que no había tanto tráfico llegamos, no espere a que Ralf abriera la puerta del auto, salí disparada como una bala me dirigí hacia el primer policía que vi para preguntar por papá.

No encontraba explicación, no tenía la más remota idea del porque habían detenido a mi padre y él tendría que darme una explicación, jamás había pisado una estación de policía y aquí estaba yo sentada en un cuarto con una mesa y dos sillas esperando a que trajeran a papá.

Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora