Capítulo 27

7.9K 473 2
                                    

Matt

Max se había marchado luego de aquella plática de mi despacho al quedarme solo nuevamente me sentía ansioso, nervioso y podría decir que, hasta preocupado, pero la pregunta era ¿Por qué? Ni yo mismo lo sabía con un suspiro me levanté de la silla decidido a solucionar lo que había hecho con Reicher y si para ello tenía que rogarle, pedirle perdón e incluso confesarle que la amaba pues lo haría no estaba dispuesto a perderla, pero sí más que dispuesto a hacer lo que fuese necesario para tenerla conmigo y enamorarla.

Subí las escaleras lo más rápido posible abrí la puerta decidido a todo, pero me sorprendí al encontrar la cama vacía y totalmente intacta no dude en dirigirme al baño, pero estaba igual vacío fruncí el ceño ¿dónde estaría ella a estas horas? no tenía la más mínima idea, pero la buscaría a lo mejor se encontraba en unos de esos rincones que se habían vuelto sus favoritos en esta casa.

Al bajar aquellas escaleras me sorprendí de ver a Max nuevamente entrar a la casa, pero esta vez lucía asustado.

—¿Pensé que te habías marchado Max?

Pregunte bajando las escaleras.

—Hay problemas Matt y muy serios.

Su tono de voz era muy serio tanto que no dude de lo que había dicho.

—¿Que sucede Max estas algo pálido y más serio de lo normal? Acaso ¿le paso algo a tu madre? Pero habla hombre que me estas asustando.

—Alguien se ha llevado a Reicher.

Soltó de la nada mirándome directamente a los ojos y por un segundo solo por un segundo pensé que se trataba de una broma.

—¿De que estas hablando Max? Eso no puede ser verdad justo iba a buscarla a la biblioteca estoy seguro de que esta ahí leyendo algún libro o dormida en el sofá.

—Matt no la encontrarás allí ¿no escuchaste lo que acabo de decirte? Se la llevaron yo los vi en la calle justo cuando me marchaba vi como la entraban inconsciente en un auto, pero no pude hacer nada lo siento.

No podía creer lo que mi amigo decía sentí como mi alma abandonaba mi cuerpo esto seguro era una broma por su parte y una de muy mal gusto.

—Si es una de tus bromas déjame decirte que es una de muy mal gusto Max y lo sabes perfectamente.

Dije caminado hacia la biblioteca.

—¡Con un demonio Matt no es una puta broma! ¿cómo crees que jugaría con algo así? ¿Tan descarado crees que soy? Acaso no me conoces te estoy diciendo la verdad ¡reacciona maldita sea hay que hacer algo entiende que está en peligro!

Eso hizo que detuviera mis pasos. Me giré nuevamente mirando la expresión de Max y me di cuenta de que no estaba bromeando fue cuando me di cuenta de la magnitud de aquello que había dicho. Entonces lo volví a sentir, aquello que solo había sentido una vez en mi vida aquella opresión en el pecho como si miles de cuchillos te atravesaran el corazón.

No dude en salir corriendo tenía que hacer algo, tenía que verificar todo aquello que Max había dicho llegue hasta el cuarto de vigilancia donde se encontraba el mando de todas las cámaras de la casa y cerca de la misma, no sabía porque demonios estaba vacía se suponía que alguien debía estar vigilando. Tome asiento frente al monitor que me daba acceso a todas las cámaras y con pulsar un botón todas aparecieron en la inmensa pantalla.

Rebobine lo más rápido que pude vi a Max colocarse a mi lado sin decir palabra sabía que nada de lo que dijera en estos momentos lo escucharía fue cuando la vi apareció en la cámara que daba justo a la salida estaba llorando se veía destrozada sus pasos eran lentos como si le costase caminar, adelante un poco más y la vi caminar hacia la salida justo hacia la calle, pero no tenía acceso hacia allá no creí necesario instalar cámaras en esa zona ya que el área no era peligrosa me maldije por aquella falla de mi parte debí haberlo hecho.

Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora