Reicher
Había despertado en un hospital lo primero que hice fue preguntar por mi bebe estaba alterada el cuerpo me dolía a horrores, pero nada de eso me importaba solo quería saber cómo estaba mi bebe sin darme cuenta estaba llorando. Recuerdo que Matt había entrado cuando aquel hombre intentaba violarme y yo trataba de defenderme como podía no estaba dispuesta a dejar que abusara de mí no al menos estando consciente de ello. Estaba débil y asustada cuando pensé que todo estaba perdido llegó él luego de que me tomara en brazos y de ver todo negro no supe más de mí, mi mente era confusa no recordaba mucho.
—Buenos días bella durmiente.
Dijo un doctor de algunos cuarenta años entrando por la puerta con una gran sonrisa.
— Me alegra que hayas despertado ahí afuera tienes a muchas personas preocupadas y en espera para verte.
Continuó diciendo mientras me observaba.
— Dime ¿cómo te sientes?
—¡¿Quiero saber cómo está mi bebe doctor?! Dígame que no lo perdí por favor.
Pregunte mientras las lágrimas corrían por mis mejillas.
— Tranquila no te angusties tu bebé está bien dentro de lo que cabe claro está, deberás mantener reposo por al menos un mes si quieres que continúe así.
Respiré profundo sentí que el alma regresaba a mi cuerpo él era lo único importante, verdadero y mío que tenía.
—Tienes que agradecerles a dos personas el hecho de que ustedes dos estén aquí, primero a tu esposo el cual no le ha hecho un agujero al piso porque los azulejos están bien colocados y segundo a tu padre quien te dio nuevamente su sangre para que tú y tu bebé recibieran los suficientes glóbulos, la verdad es que es un milagro que todavía se conserve dentro de ti sin duda será un niño o una niña muy fuerte como su madre.
Sonreí agradecida de que fuese así. Luego de que el doctor me revisara y de decirle muchas que me sentía mucho mejor a pesar de que todo el cuerpo me dolía a lo que él respondió que era normal por los golpes que había recibido me quede sola nuevamente con mis pensamientos. Él estaba ahí afuera esperando para entrar a verme, pero yo no quería verlo y menos ahora que conocía sus verdaderas intenciones no sabía siquiera porque estaba ahí afuera no sabía qué hacer al respecto, pero sí sabía a quién quería ver.
Una enfermera entró a la habitación para ayudarme a asearme un poco y no me negué lo necesitaba antes de retirarse me pregunto a quién quería ver primero sonreí quería ver a mi padre para agradecerle por haber salvado la vida de mi bebé y la mía claro esta así que le dije que le dijera a mi padre que pasara. Unos minutos escuche los toques en la puerta la vi abrirse lentamente, pero quien la atravesó no fue precisamente quien tenía en mente, aunque me alegraba de ver a papá aquí él era muy importante para mí y aunque ahora mi verdadero padre apareció en mi vida no lo dejaría de lado jamás porque gracias a él y a mamá soy quien soy hoy, a ellos les debo mi vida.
—Cher mi niña perdóname.
Fueron sus palabras mientras se detenía a mitad de camino se veía tan diferente tenía una pequeña barba que lo hacía ver más mayor, sus ojos lucían apagados sin vida, se veía más delgado mis ojos se llenaron de lágrimas quería salir de esta cama y correr hacia el abrazarlo, decirle cuanto lo amaba.
— Papá.
Dije mientras abría mis brazos para que me abrazara y así lo hizo llegó hasta mí y nos fundimos en un abrazo.
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Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)
RomanceReicher Collins una chica común y corriente, ante los ojos de todo el mundo, ama a su familia y por ella es capaz de muchas cosas. No todo es como se ve a simple vista, detrás de cada mujer siempre hay una interesante historia. Todos guardamos secre...