Reicher
Había llegado el gran día y en mi interior había una mezcla de ansiedad, nervios, preocupación y algo más que en estos momentos no podía descifrar, no bien había puesto los pies fuera de la cama y ya estaba camino a ver los últimos detalles, aunque fuese solo por nervios porque de sobra sabía que todo estaba en su debido lugar y Jamila me lo había repetido una y otra vez.
Luego de salir del hotel donde se realizaría el evento Jamila me arrastró hacia el salón de belleza con la excusa de que esta noche debía lucir simplemente espectacular y así lo hicimos luego de aquel masaje que logró liberar mi cuerpo un poco de tanta tensión y estrés de un momento a otro me encontré sentada en aquella silla en manos de según Jamila ''el mejor estilista de la ciudad'' luego de que aquel hombre no tan hombre ¿porque siempre los hombres más guapos decidían ser gay? Alabara de una y mil maneras mi pelo y mi rostro diciendo que haría maravillas con ellos y no se cuanta cosas más, aquí me encontraba observando maravillada el trabajo que había hecho conmigo.
Había hecho un hermoso trenzado adelante con un delicado recogido hacia mi costado derecho, con algunos mechones sueltos, sencillo, pero hermoso, un maquillaje suave ya que quería que el protagonismo se lo llevará aquel hermoso vestido que había elegido. Llegue a casa con tiempo de tomar una ducha y así lo hice abrí el grifo para que se llenara aquella hermosa bañera, añadí al agua algunas esencias, me despoje de la ropa y me introduje en la misma.
Aquello era sensacional si no hubiese sido por el compromiso de la fiesta me hubiese quedado en aquella bañera hasta que mis dedos parecieran pasas y de paso con una buena copa de vino para entonar el momento, por un momento a mi mente llego el pensamiento en que cómo sería hacer el amor con Matt en esta misma bañera, por inercia y dejando volar la imaginación cerré los ojos imaginando sus manos por mi cuerpo, su boca recorriendo cada centímetro de mi piel, mordisqueando, chupando y erizando cada parte de mí. Aquel hombre me volvía loca y, aunque sabía que él no me amaría como yo lo hacía me conformaba con lo que había por ahora.
Unos suaves roses hicieron que abriera mis ojos, frente a mí se encontraba el dueño de mis pensamientos más primitivos, sus ojos me miraban con tanta intensidad, lujuria, deseo. Estaba sentado al borde de aquella bañera había llevado sus manos hacia mi cuello donde acariciaba de manera pausada hasta llegar hasta el yacimiento de mis senos sin llegar a tocarlos, pero ese simple toque me encendía desde lo más profundo.
—Sino fuese porque somos los anfitriones de la fiesta y no debemos llegar tarde te hiciera mía en este mismo momento.
Su voz ronca hizo que toda mi piel se erizara, aquellas palabras estaban llenas de muchas promesas para mí y saber que me deseaba hacía que mi estómago se sintiera contraído, unió nuestros labios en un beso lento, pero lleno de deseo.
—Debes salir de ahí y arreglarte mientras me ducho tenemos que llegar antes que los invitados.
Solo asentí, mi garganta se había secado y mi voz había desaparecido, bajo la atenta mirada de Matt salí de la bañera tomando la toalla cubriendo mi cuerpo salí de ahí a pasos apresurados porque lo que más quería era tener a ese hombre dentro de mí.
Me dirigí al gran vestidor abrí una de las gavetas donde se encontraba mi ropa interior opte por una braga tipo tanga color vino de encaje hoy solo eso llevaría debajo de aquel vestido que había escogido a causa del gran escote que portaba por tanto no usaría sujetador, aparte la toalla de mi cuerpo colocando la única prenda interior que llevaría, tome el vestido era realmente hermoso de color negro hasta el piso ceñido al cuerpo, con un escote delante muy llamativo, dejaba mi espalda casi al descubierto, portaba un detalle en pedrería tanto en cuello como en la parte de atrás la cual llegaba hasta la parte baja de mi espalda, pero que no dejaba al descubierto mi tatuaje.
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Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)
RomanceReicher Collins una chica común y corriente, ante los ojos de todo el mundo, ama a su familia y por ella es capaz de muchas cosas. No todo es como se ve a simple vista, detrás de cada mujer siempre hay una interesante historia. Todos guardamos secre...