Matt
¡Mierda!
La había jodido y de la peor manera estaba metiendo la pata hasta el fondo desde el día del restaurante cuando se me ocurrió decir aquello. No tenía una excusa lo bastante convincente en esos momentos para reparar aquello que había dicho, pero lo que jamás me esperé fue su respuesta aquellas palabras salieron de su boca con tanta seguridad y frialdad que no dude de que me odiara más de lo que ya lo hacía y vaya que me lo estaba ganando a pulso.
En el fondo sabía que ella tenía razón, esto no era más que un contrato al cual yo la había acorralado a aceptar para llevar a cabo una maldita venganza de la cual ella no formaba parte y debo admitir que soy un hijo de puta quizá el más grande que haya en el planeta por ser tan egoísta y dejarla atada a mí después de saber la verdad.
Egoísta porque sabía que la dañaría tarde o temprano con mi carácter, mi actitud, con mis dudas eh inseguridades y, aunque lo mejor que podía hacer era dejarla libre y que encontrará a un hombre que la mereciera, que la amara y le curara las heridas que su pasado había provocado, no podía dejarla, porque era tan malditamente egoísta como para atarla a mi lado a pesar de no merecerla y de estar podrido por dentro, a pesar de saber que no podía amarla como ella lo merece y entregar algo que yo ya no tenía.
Pero ella con su sonrisa, su sarcasmo, su inocencia y esa alegría que llevaba siempre con ella a pesar de haber vivido una vida de mierda hacía que la quisiera a mi lado. Que la quisiera iluminando mi oscuridad y dándole un poco de sentido a mi vida, porque esa frágil e indefensa mujer que todos conocían o creían conocer, pero que era mucho más fuerte que un Bunker de guerra y era solo apariencia llego a mi vida como un huracán arrasando con todo a su paso, derribando murallas que me costaron años construir y devolviendo a mi vida un poco de felicidad. Porque era feliz con solo verla sonreír como lo hacía.
Verla como en cada ámbito tenía la destreza para desenvolverse con tanta naturalidad, siempre sonriente, dispuesta y preparada para lo que fuese necesario, había logrado algo en mí algo que no sabía reconocer o más bien no quería reconocer. Pero despertar al lado de esa sexy mujer era indescriptible y la manera en la que se entregaba a mí era única.
Lo único que se me ocurrió en ese instante fue llevarla de viaje a Seattle, la había escuchado hablar con mi nana en la cocina en una de sus charlas. Ella se escuchaba muy emocionada cuando lo menciono había dicho que esa ciudad estaba en su lista de ciudades por visitar. Y para tratar de arreglar un poco las cosas se me ocurrió la brillante idea de llevarla de viaje, así que aproveche que se había ido al baño para hacer unas llamadas y llevarla a Seattle.
Pero cada vez que abría mi bocotá la cagaba. bien lo dicen por ahí.
"Todos los hombres son iguales, pero todos tienen una manera distinta de cagarla"
Y claro que yo no era la excepción en aquel viaje la había cagado innumerables veces y, aunque quería arreglar las cosas no encontraba la jodida manera de hacerlo ella no merecía una vida como la que llevaba a mi lado, pero algo muy dentro de mí no me permitía dejarla.
Ella alegraba mi vida con su risa, su manera tan despreocupada de hacer las cosas verla hacer cosas tan simples, pero que para ella no lo eran me fascinaban como aquel domingo en la mañana cuando desperté a causa de su voz ya que me había quedado dormido en el sillón de mamá mientras recordaba aquellos tiempos junto a ella. La vi ahí en la cocina cantando y bailando aquella canción con tanta pasión que mataba, ver esos movimientos de caderas, verla tan libre, tan ella me llenaba, me complementaba. Esa mujer me había conquistado de manera tan profunda que me odiaba por ello.
Me odiaba porque no podía darle aquel amor que ella se merecía, no tenía la confianza en mí mismo como para demostrarle que la amaba; porque eso era seguro amaba a Reicher Collins, pero no merecía que la dañara y eso era lo que mejor sabía hacer.
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Enamorada de él Matt Hamilton (Mi Bestia)
RomansaReicher Collins una chica común y corriente, ante los ojos de todo el mundo, ama a su familia y por ella es capaz de muchas cosas. No todo es como se ve a simple vista, detrás de cada mujer siempre hay una interesante historia. Todos guardamos secre...