C A P I T U L O 10

2.2K 156 22
                                    

¡Cielos!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Cielos!

Hoy ha sido un día más que largo.

Zab y yo acabamos de llegar a casa, ya siendo tarde de la noche y  después de dejar a Calvin en casa con Zoe. Por fin le han dado
el alta después de unos días en el hospital, pero todo ha salido bien y para celebrarlo cenamos todos juntos.

Zoe había estado destrozada mientras Calvin no reaccionaba, pero gracias a Dios lo había hecho y aunque estos días se hicieron eternos ya ha pasado lo peor.

La cena se extendió en medio de risas y pláticas, pero el pobre Calvin aún bajo algunos analgésicos se quedó dormido y decidimos dar por terminada la noche, así que Zab llevó a su madre a descansar, quién también estuvo muchas veces por el hospital, más viendo cómo su hija estaba en algunos momentos, lo que me hizo insistirle a Zoe una y otra vez porque se hiciera una prueba de embarazo, pero ella puede ser terca como su hermano y cada una de esas veces se negó, así que prefirió quedarse con la duda.

Después de llevar a Sandra nos dirigimos a casa, para por fin dejar atrás toda las cosas malas que habíamos vivido en esta semana.
Tampoco me ha pasado desapercibido
que Zab ha estado preocupado e intranquilo. Lo he notaba a pesar de que insiste en ocultarlo a cada momento y no sé porque.

Respiro pesadamenteme mientras termino de desvestirme, como si con eso fuera a desaparecer las cosas que me agobian, entonces siento como desde atrás Zab me toma por la cintura y me sujeta contra él. Me gusta cuando hace eso, cuando siento su corazón chocar con mi espalda a  través de su pecho. Me ha hecho tanta falta tenerlo cerca y si no fuera porque justo ahora no me siento bien podría no importarme tanto su herida, ni lo cansada que estoy y sería yo quien le pediría que me toque, pero vuelvo a ser consciente cuando
besa mi cuello y me doy la vuelta entre sus brazos colocando ambas manos sobre su pecho.

—Zab...

Me mira al instante en que pronuncio su nombre.

—¿Sí?

—Estoy muy cansada —mi voz suena justamente así, aún cuando intento con todas mis fuerzas no demostrar ningún rastro de mi tristeza y preocupaciones, sólo intento convencerme a mí misma que todo está en orden, que todo está bien y solo estamos afrontando un momento difícil, por su amigo, por su trabajo y también está su hermana — Lo siento.

Sus ojos se suavizan con entendimiento, sabe que los últimos días han sido muy ajestreado. Así que masajea mi cuero cabelludo un poco provocando que la caricia me haga dejar caer la cabeza en su hombro y soltar un suspiro de satisfacción. Ríe un poco de mi dejadez y continúa con mis hombros tensos.

Me encanta escucharlo reír, me encanta, aún cuando lo quiero matar por olvidar nuestro aniversario.

Deja un beso en mi frente.

—No pasa nada, nena. Descansa.

Tira de mi mano para que suba a la cama y cuando se acomoda me hace un ademán para que me acueste sobre su pecho. Así lo hago y él sigue con su asalto de cariño y mimos que hacen que el sueño me venza, pero antes levanto mi cabeza y lo miro.

Jamás Te Soltaré #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora