C A P I T U L O 16

1.6K 122 16
                                    

Oh mierda.

Me quedo ahí, fundida en un rincón  deseando abrir los ojos y todo haya acabado. Mi cuerpo tiembla sin control y las oleadas de náuseas hacen mella en mí, mientras recuerdo inevitablemente la forma en la que ese hombre me despojó de mi ropa, dejándome a su Merced, expuesta ante él sin poder detener que me tocara como lo hizo, sin pudor, despiadadamente, como el maldito salvaje que es, dejando marcas en mis brazos, mis piernas y mi cuello, pero no esperaba menos de él, es una bestia, esperaba más de Zab. Tenía una poca esperanza de que podía detener ésto, que llegaría como siempre, aunque también sé que no podría y eso duele. Ahora sólo me cubro con mis manos, pareciendo que nada es suficiente, ni mi ropa, ni mi largo cabello, nada. Solo quiero salir de aquí.

Las lágrimas salen.

El dolor no da tregua.

Me siento enferma.

¿Por qué, Zab?

Si tuviera la oportunidad de llamar a Calvin y pedirle ayuda, sé que él haría cualquier cosa por su amigo.
Tampoco sé exactamente cuanto tiempo ha pasado desde que me trajeron aquí y si sea suficiente para que se den cuenta que algo anda mal, tal vez unas horas, pero unas horas que han sido suficientes para vivir un infierno. El tiempo es un sufrimiento para mí, ¿Por qué no me dejan verlo? Ese monstruo ha hecho que haga lo más bajo que pude haber hecho en mi vida y aún así no he podido verle y saber si está bien, pero ¿Puedo hacerlo? ¿Puedo mirarlo después de entregarme a otro solo para salvarlo?

¡Lo he hecho por él! —me grito internamente a mí misma con coraje, pero no basta. No basta para sentirme menos sucia, nada basta para arrancar todo el dolor. Nada basta y me odio a mí misma.

La puerta se abre otra vez y quisiera desaparecer para no enfrentarme a él una vez mas. Evito a toda costa mirarlo, mirar nuevamente al hombre que ha destrozado el coraje, la fuerza y la confianza que tanto me había costado encontrar, tanto tiempo luchando conmigo misma para ser valiente, sentirme confiada y enfrentar la vida como me había tocado. Dejar atrás un pasado tan duro y comenzar un presente con Zab.

El olor fuerte de licor llega a mí nariz y al mirar de reojo me doy cuenta que está tomando y permanece tranquilo como siempre, tan tranquilo como un león cuando sabe que su presa es segura y en cualquier momento puede atacar, tan tranquilo como siempre hace solo unos minutos no ha pasado nada y yo sufriendo silenciosamente los espasmos del llanto y sujetándome a mí misma con todas mis fuerzas, como si eso fuera suficiente para estar a salvo de él. Cuando me siento de esta manera siempre he tenido la confianza de sujetar fuerte la cadena en mi cuello, la cadena que Zab me regaló  y eso basta para creer que todo estará bien, pero ese bastardo que ahora está parado frente a mí la arrancó de mi cuello, me quitó mi anillo, mi pulsera, todo, no tengo nada a que aferrarme y tengo miedo de cual sería su próximo movimiento.

Su respiración es calmada.

—No eras mi única opción, Vila —escucho su voz y es como cuchillos, no sé a qué se refiere, pero no lo quiero escuchar hablar, quisiera tapar mis oídos. Odio siquiera respirar el mismo aire que él —Podía y puedo joder la vida de Miller de muchas formas —lo miro inmediatamente con mi rostro inexpresivo —Tiene una madre y una hermosa hermana que está muy guapa —mis ojos se abren con horror ¿Cómo puede conocer todo de Zab? ¿Como puede tener tantas informaciones, de mí, de Sandra y Zoe?, por Dios, Zoe. No puedo imaginarla pasando por esto y saber que le podría suceder justo lo que a mí y perder su bebé. Truena los dedos haciéndome volver a mirarlo, está más cerca y mi cuerpo se tensa —Cuando se trata de mí, Miller está jodido, pero tú, tu sigues siendo una buena opción para darle justo en las pelotas y destruirlo.

Es un hijo de puta.

En el momento que apareció ante mí en el estacionamiento me pregunté quién sería, pero después de lo que me ha hecho es lo último que quiero saber, no quiero saber nada del hombre que ha abusado de mí. También sé que nunca lo dirá. No lo ha hecho y no lo hará.

Jamás Te Soltaré #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora