C A P I T U L O 14

1.8K 134 26
                                    


Una semana más.

Una semana más a pasado desde que me hice esa prueba y decidí que no me rendiría, pero sería más paciente, eso justamente hago.

Desperté hace un rato, con un salto sobre la cama, miré a todos lados como si fuera observada, como el sueño que acababa de tener, pero no, Zab permanecía rendido a mi lado y eso me hizo respirar hondo y luego soltarlo. No lo voy a preocupar con tonterías, además bastante preocupado parece él. Esta extraño.

Ahora estoy saltando de un lado para otro, mientras busco algo que vestir para ir a la fundación. Hoy en realidad me hubiera quedado a dormir hasta tarde, pero le prometí a Lucy ir a ayudarle a preparar algunos informes para entregar mañana en la junta y aún está algo atrasada. No había vuelto desde la semana pasada que salí sintiéndome un poco mal, en realidad todo no era más que gripa y tuve que quedarme unos días en casa. Dos día después llamó la prima de Conny quien ahora trabaja con nosotros.

Vila, te han llegado unas flores preciosas —pero yo sabía no podían ser para mí por lo que solo le pedí que las echara a la basura. Zab estaba muy sumergido en su trabajo para hacer tal cosa, además sabía estaba en casa. No entiendo porque últimamente han llegado esas flores. No pueden ser para mí, pero ya es hora de trabajar y dejar de darle vueltas al asunto. Tal vez por eso tenía pesadillas, mi hora había llegado y no había despertado.

Miro el reloj.

Mierda, mierda mierda.

—¿Zab? —pregunto al verlo parado en la puerta del baño con su mente lejos mientras mira a algún punto fijo, luego me mira.

Todo estos días me he sentido extraña ,con una sensación en el pecho que no se va y solamente me he preguntado ¿Qué pasa, Vila,
Por qué tienes que ver fantasma donde no hay? Pero su comportamiento cada vez es más extraño y comprometedor, incluso el de Calvin y me pregunto si algo pasa conmigo que encuentro a todos extraño a mi alrededor últimamente.

Me hace pensar en momentos que todo es más que estrés y que existe algo más que no me quiere contar. Calvin a venido varias veces aquí y me parece como si se trajeran algo entre manos. 

Ahora me estoy vistiendo con algo de prisa cuando lo escucho.

—¿Vila?

Me detengo de abrochar mis vaqueros y dejó caer mi blusa roja. Lo miro ya vestido con unos pantalones negros y una camiseta blanca
Abre sus labios, como si fuera a decirme algo, pero nuevamente los cierra como si fuera a decir algo que no me gustará, algo importante. Entonces me detengo por completo inevitablemente frunciendo el ceño mientras lo miro esperando.

—¿Pasa algo, Zab? —a veces creo que quiere decirme algo y no puede.

Respira con fuerza y luego niega.

—No.

—Me has dicho eso muchas veces en la semana Zab, ¿No quieres decirme algo? —Inquiero y se acerca a mí y besa mis labios con ternura. Creo que me estoy desesperando.

—Te amo —dice —Te amo, nena —susurra.

—Yo también te amo Zab, pero si sigues con ésto me vas a volver loca, necesitas decirme algo. Lo sé.

—Sí— siento una sensación extraña en el pecho y no lo entiendo. Cómo esa sensación inquietante que sentí anoche mientras dormía junto a él, es como un mal presentimiento de que algo malo pueda pasar —Pero puede esperar —dice y se forma un nudo en mi estómago. Asiento sacudiendo mi cabeza lejos de mis malos pensamientos y concentrándome nuevamente en terminar de vestirme.

—¿Estás seguro?

—Estoy seguro, nena —Tal vez no todo lo que pueda decirme pueda ser malo, solo soy yo.

Jamás Te Soltaré #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora