C A P I T U L O 12

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Escuchar a Vila preguntarme si quiero un hijo no era algo para lo que estuve preparando hace unas semanas en nuestro aniversario, pero lo deseo, lo deseo con todas mis fuerzas

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Escuchar a Vila preguntarme si quiero un hijo no era algo para lo que estuve preparando hace unas semanas en nuestro aniversario, pero lo deseo, lo deseo con todas mis fuerzas. No sabe cuántas veces he pensado en esa sensación que sentí cuando la escuché decirme aquella vez que estaba embarazada. Iba a tener un hijo mío, lo tenía dentro de ella, una parte de mí y de ella, una mezcla de los dos. En ese momento no estuve preparado, pero confiaba que todo saldría bien. Confíe porque los dos estábamos juntos en ello, porque aún cuando no fué planeado yo sabía que con ella quería el mundo entero, pero todo se derrumbó con el mar de cosas que sucedieron y se destruyó esa parte de ambos que ya amábamos tanto y aún duele recordarlo, aunque sé que lo hemos superado, pero justo ahora tampoco estoy preparando para ilusionar a Vila con un bebé sabiendo todo lo que está pasando. Aún si ella no lo sabe estoy asustado de que pueda estar en peligro, hasta ahora han sido simple anónimos con amenazas, pero cada vez que me separo de ella siento ese miedo de no verla más.

Tengo que estar seguro. Tengo que estarlo, pero no es tan fácil cuando alguien te amenaza y no tienes ninguna pista de quién pueda ser, y ese alguien si te conoce a tí.

Anoche no pude dormir.

Me pasé todo el tiempo con ella fundida en mis brazos, como si la protegiera de todo el mundo, como si fuera a desaparecer en cualquier momento, hasta que llegué a abrazarla más fuerte de lo que debía y pretendía, pero no me dí cuenta hasta que comenzó a quejarse y removerse bajo mi agarre —Zab, me asfixias —Se quedó dormida de inmediato, creo que ni siquiera estaba despierta del todo, aunque tal vez también podía presentir mi  euforia en esos momentos.

Está mañana no tuve el coraje de despertarla antes de venir a trabajar, a pesar que ella también tenía que ir a la fundación. No podía mirarla a los ojos, que me preguntará una vez más si todo iba bien, como ya lo había hecho y decirle que sí. Me siento como el más grande mentiroso en todo el mundo.

El último anónimo llegó ayer.

Zabdiel Miller "Te voy a volver loco"
Ese es el primer paso en el juego, el segundo es una sorpresa y....

Jaque mate.

Encontré esa nota sobre mi parabrisas, junto a la imagen de un ajedrez, burlándose de mí y mi maldita impotencia. Después de  rodear todo el estacionamiento con mi pistola en mano, dispuesto a matar de un balazo a cualquier idiota que esté haciendo éste tonto y sucio juego, entonces golpeé mi estúpido coche hasta cansarme cuando no encontré nadie y hoy me ví en la obligación de ir a ver a MacDowel para sacarle información. Lo hice porque mi primer sospechoso es él y los chicos de inteligencia en gestos y expresiones corporales estuvieron estudiándolo todo el tiempo, aunque se reuso a hablar y fué de lo más sabio en cada movimiento que hizo. Solo se atrevió a hablar en el momento que le aseguré que si volvía a intentar hacer algo en mi contra lo mataría con mis propias manos y su respuesta me tomó por sorpresa aunque no fué una prueba en caso de que sea el quién esté tras todo ésto.

Jamás Te Soltaré #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora