Narra Vanesa
Sentir su cuerpo junto al mío al amanecer se había convertido en una maravilla y un imám en mi vida; igual que antes. Y volvíamos a compartir cualquier momento juntas, cualquier locura, sonrisa o discusión; pero eso nos hacía humanas y personas.
Por fin había decidido dejar a Inma, por fin había comprendido que Malú y yo habíamos nacido para estar juntas, a pesar de todo, que somos mejor juntas; muchísimo mejor. Nos convertimos en una, y nos convertimos en fuerza.
Y, era tan bonita. Era perfecta ante mis ojos. Era mía. Era única.
Acaricié su espalda desnuda cubriendo cada parte, y volví a perderme en sus lunares, en cada uno de ellos. Siempre eran mi perdición. Me hacían perderme en un mundo palalelo; uno donde éramos libres, aunque cautivas de cada una.
- Buenos días gorda! - dije mientras besaba cada lunar que ya había contado segundos antes.
- Mmm....puedo acostumbrarme a despertarme así, para siempre. - remoloneó por la cama, pero aún sus ojos estaban cerrados.
- Y yo. - Seguí mi recorrido por ella.
- Pues ya sabes que hacer... - las indirectas se habían creado entre ambas, por Inma y por todo; pero también sabía que tenía razón. Era mi hora de luchar.
- Ya lo sé, pero ahora no me importa hablar de ello. - cambié de tema, como siempre, y volví a su cuerpo.
Mis besos pasaron de su espalda a su cuello, después acariciaron su oreja, su mejilla y por último, terminaron en sus labios. Inmediatamente nuestras lenguas se encontraron y se desearon. Éramos imanes, para el deseo y el amor. No había intermedio entre ambas, queríamos todo; siempre.
- No es que me desagrade esto. - Dijo entre beso y beso. - Pero Yo tengo que ir a la discografía, y tu haz quedado con Ana para hablar de los conciertos....
- Ella lo entenderá. - No dejé de saborearla.
- Ya, pero Rosa no lo creo. - rió, y se separó un poco de mi.
- Bueno valeeeee.... - protesté un poco, pero sabía que ambas teníamos cosas que hacer en el día. Ella salió al baño. - Por cierto, ¿que ha pasado con la canción que compusiste?
- Nada. Ya está. No estoy hecha para la composición. - aunque no pude ver su cara, noté como su voz se tensaba y dejaba ver tristeza.
- Pues Yo quiero leerla.
- Ni loca. - Dijo automáticamente, y sacó un poco la cara. - Me niego.
- Gorda... - me levanté, y la seguí al baño.
- Ya te he dicho que no. En la vida. - Ella miraba al espejo mientras se peinaba.
- Pero, ¿Por qué? ¿Qué tiene de malo? - me acerqué y la abracé por detrás. - Yo Quiero ver todo lo que haces. - acaricié su vientre, aún al descubierto.
- No Quiero...tu escribes tan bien....y yo.... - bajó la mirada.
- Eh no. - la giré, y quedamos frente a frente. - No me gusta que te subestimes, vales mucho, ¿me entiendes? Y todo en la vida es cuestión de ponerse y currárselo; y estoy segura que eso a ti no te falta. Así que no vuelvas a decirlo. - Ella no hablaba nada. - Y quiero verlo, exigo verlo. - reí, y besé sus labios.
- Gracias; por todo. Te amo. - acarició mis mejilla y volvió a unir nuestras bocas.
Después de aquello, cada cual tomó su camino en el día, solo esperando poder vernos en la noche y volver a vivir en nuestro mundo.
- Hola Anita! - entre en la oficina.
- Hola! - Dijo seca y rara.
- ¿Sin más? - me senté a su lado.
- ¿Qué más quiere? - quitó unos papeles y revistas que tenía encima de la mesa, y pude ver a Malú en una de ellas.
- Déjamelas.
- No, son mierda. - dijo nerviosa. - Ya sabes....prensa rosa.
- ¿Pero que te cuesta que la vea? - trataba de quitársela de la mano. - ¿Haz tenido para noche o que, amiga?
- Qué es mierda, Vanesa...inventan...y no saben.
- Ya lo sé, ¿pero que más da? Creo que vi a Malú ahí.
- rió nerviosamente. - No digas tonterías.
- Pues déjame verlas. - me levanté para quitárselas.
- Qué no. - Ana trataba por todos los medios que yo la viera, y no entendía el por qué.
Sabía que ese tipo de revistas hablaba cosas a veces sin sentido, pero daba igual. De repente por fin las tuve en mis manos.
- Tengo que decirle a Sandra que te quite el mal humor eh. - reí sola.
- Mierda. - soltó mi amiga cuando comencé a prestar atención en lo que tenía entre mis manos. Y por fin, entendí el por qué.
En primer plano, Malú y Gonzalo de "cena romántica" por Madrid. Ahora si que no entendía nada.
¿Me estuvo mintiendo todo el tiempo? ¿No iba a terminar con Gonzalo? ¿No lo había hecho ya? ¿Aún estaba jugando conmigo?
Y como siempre pasaba a su lado, la montaña rusa volvía a funcionar, las idas y venidas volvían a mi mundo.
- Vanesa...sabes que es mentira....inventan...ya sabes... - Ana trataba de justificar lo que mis ojos veían, pero era muy fuerte para ello.
No sabía que pensar, ni sentir; y menos que creer. Imaginé que éramos diferentes, que luchábamos por lo mismo ahora. Pero parece que no. Y yo que iba a dejar a Inma por volver a intentarlo a su lado....
![](https://img.wattpad.com/cover/124071409-288-k612524.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Aprender a (sobre)vivir
FanficUna vez más, aquí estoy, tratando de vivir, de ser feliz sin ella, sin sus besos y sus manos agarrandome tan fuerte, que me podían retener incluso con una multitud de cuerpos a nuestro lado. Se que no será fácil, porque nos conocemos demasiado y sie...