Narra Malú
El sonido del despertador en mi móvil hace eco entre las paredes del salón. Otra noche más en vela, otra más tratando de descifrar el por qué de mi falta de concentración e ideas. Ya ni se cuantas llevo durmiendo en aquel lugar, fusionandome con el café y el vino para que mi sueño no invada mis pensamientos. Pero, sin resultado alguno.
Maldigo la hora en que le pedí a RLM, después de tantas negativas, poder escribir algo yo, que el disco fuera más mío que nunca. Y claro, la maldigo a ella por siempre darme fuerza para intentarlo.
Y ahora, aquí estoy, sin ni siquiera una frase escrita, y con menos tiempo que ganas para presentar la canción.
No quería defraudarme a mi misma, pero sobre todo, no quiero hacerlo con ella; creo que no podría soportarlo.
Dejo mis pensamientos a un lado, y vuelvo a centrarme en el papel y el boli que descansan sobre la mesa, con la botella de vino, ya vacía. Los tachones y la frustración, después de algunos momentos, regresan. No logro sacar algo fructífero de aquellas palabras.
Se más que nadie, que aquello sería lo último en mi vida de compositora si no llevaba nada a la productora. Había pasado los últimos días retrasandolo, y ya era inevitable. Y sin idea del por qué, Vanesa vuelve a aparecer en mis ideas.
Todo fue su culpa. Todo fue ella.
Que diferente si estuviera aquí.
Regreso a mi móvil, y tecleo la frase más real que ha cruzado mi vida en los últimos meses 'Te Necesito'. Vacilo si enviarlo o no. Nos dolemos tanto juntas, que no se si es lo correcto. Fue tan mi culpa todo, por no tener el valor para seguir, para salir de la boriguene.
Y entonces, es cuando aparece entre la multitud 'brilla más el miedo
con las luces apagadas' y logró plasmarla en aquel folio.Tanta verdad había en ella. Tanta Malú, que volvía a recorrerme el miedo, por lo que elimino el mensaje. Otro más sin ser enviado.
Volvía a ser cobarde en el amor.
A continuación, otras frases van apareciendo en mi, como el viento, y me invaden de una energía, que por primera vez, me hace gritar todo desde el anonimato, un poco. Sonrió ante aquella situación, y mis manos no dejan de escribir y escribir. Que bonito cuando dices, de verdad, lo que sientes, y no tienes que ir con rodeos o excusas. Así sin más, lo dices.
Sobre todo, que bonito sería ella aquí para vencerlo todo juntas.****
Suspiro. Cierro los ojos y me lleno de valor. Camino por el largo pasillo hasta la última puerta. Los pies me tiemblan, y logran que me balancee por un segundo. Estos, se vuelven tan inmensos, que puedo llegar a sentirlos incluso como horas.
Me miro por última vez en el espejo de la puerta, y toco.
- Malú, hija, has llegado pronto... - me saluda Rosa.
- Si, como siempre. - logro sonreír, aunque la mandíbula me tiembla demasiado para sostenerlo un segundo más.
- Siéntate. ¿Has traído la canción? - pregunta mientras busca unos papeles.
- Si. - mi voz vacila, y lo digo con todo el miedo del mundo.¿Por qué ahora mismo solo quiero correr, y salir de ahí?
- Pues estas tardando en enseñarmelo. - sonrió, y me dio seguridad.
Saqué el folio de mi cartera, con más confianza que al principio, y Le di una ojeada mientras se lo entregaba.
Sin mentir, mientras ella leía cada palabra, mi corazón aumentaba su velocidad, e incluso llegué a pensar que ahí me moriría. Nunca había sentido tantas cosas, tan diferentes, tan rápido. Imagine que me diría que podía mejor, que le gustaba o no.
Pero su cara cambió, y todo lo que había imaginado se quedó pequeño a su lado.
- ¿De verdad crees que esto es lo que tus fans quieren escuchar? Es como si tu vida fuera una mierda, que todo lo que hago no sirve para nada. - se levanta, y su tono comienza aumentar. Yo me vuelvo chica, con cada gesto. - Quieren positivismo, la mujer llena de energía y fuerza, fantasías, no la mierda esta que has hecho. Esperaba mucho más de ti, de verdad. Crees que por mostrarte más en la mierda, te van a aceptar más. Lo mejor que puedes hacer es seguir con la música, porque componer no parece ser lo tuyo. Me has decepcionado.
Cada palabra cayó en mi, como cubo de agua fría, helandome por dentro y destruyendo cada trozo de mi. Mis lágrimas salían de mis ojos, sin más, por mucho que quería retenerlas, y no mostrarme así, delante suyo.
No pude.
Simplemente no podía.
Ella también me había decepcionado.
No pronuncie palabra. Aún no recuerdo como pude salir de aquel lugar. Las lágrimas se habían apropiado de mi cuerpo, y todo lo veía más nublado y surreal. Mis fuerzas iban desapareciendo por cada paso, y mis ganas de vivir con ella.
Mi respiración aumentaba, y tenía miedo por ello. No quería volver a recaer, pero por mucho que me decía a mi misma que me relajará, mis hombros seguían con su movimiento continuo. Respiraba más lento, pero me ahogaba.
Mis pensamientos se basaban en la única persona que siempre prometió estar ahí, y que sabía que me podía ayudar.
Cerré los ojos, y mis manos apretaron el volante, con fuerza. A pesar de que mi vista era casi nula, conocía el recorrido a su casa, mejor que nada.
Las lágrimas continuaban su trayecto por mi mejilla, mientras mi pecho subía y bajaba con más frecuencia.
Sin más, ahí estaba justo en su casa, esperando que me abriera y me abrazara tan fuerte que me volviera inmune.
Y fue en cuanto la puerta se abrió, que pude notar su cara de sorpresa.
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Aprender a (sobre)vivir
FanfictionUna vez más, aquí estoy, tratando de vivir, de ser feliz sin ella, sin sus besos y sus manos agarrandome tan fuerte, que me podían retener incluso con una multitud de cuerpos a nuestro lado. Se que no será fácil, porque nos conocemos demasiado y sie...