Narra Vanesa
Después de la discusión con Malú, necesitaba salir de aquellas paredes y gritar, o dar golpes, o cualquier cosa que me impidiera pensar; así que salí con mis perros al bar de siempre. Necesitaba...no se, pero necesitaba a Ana a mi lado; por lo que le escribí un mensaje y al minuto recibí su respuesta aceptando la propuesta.
Sinceramente le debía más de la cuenta. Ella siempre estaba ahí, y me aguantaba como nadie. Si hubiese tenido una hermana, seguro que fuera ella.
Caminé por la calles de Madrid esperando encontrar respuestas, tranquilidad y un poco de todo ese vacío que me había dejado al macharse. Seguía siendo una masoquista cuando se trataba de ella.
- Hola. - le di un abrazo en cuanto me di cuenta de su presencia.
- Hola amiga, ¿Qué pasa? - levanté la cabeza de su hombro y suspiré. - ¿Malú? - asentí. - Ay Vanesa... - me acarició las mejillas. - Vamos dentro y me cuentas mejor.
La acompañé, y escogimos una mesa al fondo; después de saludar a las camareras. Aquel lugar me había dado tantos momentos. Era mi sitio estos últimos años. Viví tanto y soñé demasiado entre estas paredes.
- ¿Es por la revista, verdad? - Ana interrumpió el silencio que se hacía entre ambas.
- Sí, no se... - volví a suspirar y tapé mi cara con las manos. - Con ella todo es complicado.
- Nada nuevo. - Dijo, y ambas reímos. Ahí comprendí lo que necesitaba; hablar con mi amiga y reírme.
- Cierto.
- ¿Qué pasó?
- Vino a casa para invitarme al cumple de Raquel, y pues me preguntó que qué me pasaba y le dije lo de la revista...
- me interrumpió. - ¿Le dijiste, o le reclamaste? Nos conocemos Vanesa.
- Eso Da igual. Después, me dijo que era mentira y que ya no estaban juntos. ¿Hola? ¿Se cree que soy gilipollas o qué? ¿Qué sigo siendo la misma Vanesa de siempre?
Se hizo otro silencio, y pedimos algo de tomar. Observaba como quería decirme algo, pero temía mi reacción. Y, así fue.
- Sinceramente. - Ella continuó . - Yo le creo. - la miré con una cara de incredulidad tremenda. - Sí, Malú puede ser lo que quieras, pero siempre ha demostrado que te adora y que no te engañaría.
- Ya, pero también sabes que haría cualquier cosa para mantener su vida de "Hetero". - bufé.
- Sabes lo que te pasa. - rodeé los ojos. - Qué estás cagada, porque has vuelto a sentir por ella mil cosas, porque estás hasta los huesos por ella y tienes miedo de que vuelva a pasar lo mismo, de que vuelva a poner la música por encima de vuestra relación; y buscas cualquier cosa para evitarlo. Porque claro, es mejor culparla que enfrentar tus miedos. - vaya zasca contra toda mi cara me había dado con aquellas palabras.
- Te odio sabes. - reí.
- Ya, también eso forma parte de ser tu amiga. - me guiñó el ojo.
- Es que, ¿por qué me conoces tan bien, habichuela?. - moví la cabeza frustrada.
- Son muchos años. Pero Vane, ¿a qué le tienes tanto miedo?

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Aprender a (sobre)vivir
FanfictionUna vez más, aquí estoy, tratando de vivir, de ser feliz sin ella, sin sus besos y sus manos agarrandome tan fuerte, que me podían retener incluso con una multitud de cuerpos a nuestro lado. Se que no será fácil, porque nos conocemos demasiado y sie...