Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
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Hali llega a Medellín, en ese momento Enrique se encontraba en la empresa ultimando algunos detalles de su nuevo negocio millonario.
Hali llama a su gran amigo Enrique, y le dice:
— Ya estoy en Medellín.
— Espera, ya mando a una persona a recogerte.
— No te molestes en hacer eso, yo conozco el camino.
Enrique le responde:
— Déjate atender o me Pondré muy molesto contigo.
De inmediato, Hali acepta y le dice:
— Te llevo una gran sorpresa que te gustará mucho.
Enrique reacciona diciendo:
— Listo, te espero con esa noticia que me va gustar mucho, viniendo de ti todo es bueno Hali.
En la empresa de Enrique todo marchaba muy bien como un reloj. Los ochenta y tres empleados de la empresa se quejan de Enrique, porque trabajan muy fuerte con muchas horas extras. Y Enrique no quiere reconocer todo el esfuerzo que hacen estas personas para mantener esta empresa viva.
El vocero escogido de los empleados es Arturo. Él es encargado de hacer mantenimientos a los computadores de la empresa, en seguida va y habla en la oficina de enrique sobre estos asuntos muy complejos para los trabajadores. De repente llega a la oficina Hali y escucha a Enrique muy histérico con un empleado, diciéndole:
— Ustedes tienen que trabajar y acostumbrarse a lo que requiere la empresa, nada más, o acaso el sueldo que les pago no les alcanza para que estén interrumpiéndome con pequeñeces.
Arturo le responde:
— Don Enrique, yo no le estoy pidiendo limosna ni nada por el estilo. Nosotros los trabajadores merecemos un trabajo donde se nos respete el horario de trabajo, y si hay muchas horas extras entonces esas horas se tienen que pagar, por favor entienda.
Enrique les dice:
— Si tanto están inconformes ¿por qué siguen aquí?
Hali le expresa a Enrique:
— No es bueno tratar a las personas así de esa manera Enrique, me has dejado muy sorprendido con esa reacción.
Enrique le dice:
— Que pena contigo Hali, perdí el control en ese momento, pero yo no soy así disculpa me. Tengo un mal día... eso es todo.
Hali le dice:
— ¿Qué te sucedió?
— Esta mañana venía para la empresa. Cuando se me atravesó una persona. Y la arrolle con mi vehículo, lo más curioso de eso Hali, es que me baje del vehículo para atender a esa persona, pero no había nada.
Hali se sonríe un poco, y le dice:
— Ya comenzaste a ver fantasma mi amigo, te recomiendo unas vacaciones por Emiratos Árabes, te sentirás mucho mejor.
Enrique le contesta:
— Esta bien, yo soy de las personas que le gusta las aventuras y ya me habías dicho eso anteriormente.
— Te cuerdas que antes de venir a tu oficina te dije de una sorpresa.
Enrique le contesta:
— Si Hali, dime por favor algo que me suba el ánimo.
Hali le dice:
— Te haré más y más multimillonario de lo que eres ahora, como lo ves.
— Eso suena bien, y que tengo que hacer para volver me más rico.
Hali le contesta:
— Mi hermano iremos a mi país para presentarte a Mójame el duro de toda esa nación, yo le hable de ti y tu empresa, de tus logros y tu gran esfuerzo para entrar al negocio del petróleo.
— Lo que tratas de decirme es que invierta con el negocio de Mójame. Y mis ganancias se triplicarán o por el estilo.
Hali se sonríe y le responde:
— Primero viajaremos y tú mismo te aseguras que el negocio este bien para tu empresa.
Enrique muy confiado le dice:
— Viniendo de ti mi hermano lo negocios son como una uva, todo nos ha salido de mil maravillas y esto no va hacer la exención, arreglaré todo para viajar lo más pronto.
