Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
Después de escuchar las palabras de Félix, Gloria y los demás, se levantan a recorrer el parque natural.
Luego de observar la belleza del parque natural durante varias horas. Enrique y los demás, entran a un pequeño restaurante que se encuentra en este lugar.
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En ese momento, Enrique escoge sudado de pescado y para su hijo, sudado de carne.
En seguida, Milenna también pide sudado de pescado y para Melissa pollo sudado.
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Félix no pidió nada de carne y pidió una en salda de fruta tamaño familiar, mientras Gloria pidió sudado de camarón con sopa incluida.
Enrique y Milenna, miran el buen aspecto de la sopa que tiene Gloria. Y deciden pedirle sopa para sus hijos.
Luego de varios minutos, Enrique le dice a Félix y a Milenna:
— Gracias por esas palabras alentadoras, y gracias por el buen día que me están dando. Lo necesitaba.
Félix le dice a Enrique:
— Estoy muy contento que te haya gustado el momento que estuvimos todos reunidos. Hablando de superar las cosas difíciles que se nos presenta en la vida.
Milenna mira que Félix acaba su en salada de Fruta, y le dice:
— ¿Te gustaría comer algo de carne?, ¿quieres que te pida algo?
— Gracias sobrina, pero desde hace mucho tiempo no como nada de carne, yo soy vegetariano.
— Esto si fue una sorpresa tío, ¿cuéntame cómo pasaste a esa etapa de no comer carne?
— Bueno, les contare en otra ocasión esa experiencia, para no dañarles en este momento sus almuerzos.
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Gloria termina de comer su sudado de camarón, y le dice a los demás:
— Ustedes no saben de lo que se perdieron, este plato de camarón estaba de infarto.
Félix se sonríe, y le dice a Gloria:
— Si ese sudado de camarón es para infartarme, es mejor ni tocarlo.
— No entiendo porque no estas flaco, te estás perdiendo de muchos alimentos ricos en vitamina.
— Bueno Gloria, eso no lo sé, yo trato de comer siempre saludable y ya.
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En ese momento, Enrique le dice a Milenna:
— Nunca había venido a un lugar como estos, es muy tranquilo aquí.
— Estas bromeando amor, ¿en Medellín no lo hiciste?
— No, solo me dedicaba ser un tipo excéntrico. Comprando todo e ir a los países que deseaba ir.
— Pues conmigo tendrás muchos días como estos.
En ese instante, Milenna se levanta de la mesa, y les dice a todos:
— Vamos a terminar de recorrer el parque, no podemos irnos a casa sin ver hasta el último rincón.
Enrique y los demás pasan un día como ninguno, disfrutando de toda la tarde de la naturaleza. Y desconectándose del mundo por varias horas.
5:47 pm, después de la gran salida planeada por Milenna. Para desestresarse un poco, todos deciden regresar a casa...
