Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
Después de hablar con su tía Julia, Enrique espera hasta en la mañana para ir a buscar a su hijo y poder llevárselo a la ciudad de Cali.
8:45 am, Laura abre la puerta de la casa del padre de Enrique. Y se encuentra con la sorpresa de ver a su marido, y le dice:
— ¿Te ves diferente?, ¿cómo te enteraste que estaba aquí?, si solo tengo dos días de estar en esta casa.
— ¿Cómo estas Laura?, ¿dónde está Armando y mi hijo?
Laura le dice:
— Entra a la casa Enrique, yo estoy sola con tu hijo, tu padre fue el único que medio donde quedarme estos días.
— ¿Dónde está el ahora?
— El salió, pero en realidad no se para dónde.
Enrique ve a Laura muy desmejorada, y le dice inmediatamente:
— Eso no tiene importancia, ¿dónde está mi hijo?
En seguida, Laura sin perder tiempo, llama a Johan para que se reencuentre con su padre.
En ese instante, Johan ve a su padre y sale corriendo y lo abraza.
En ese momento, Enrique carga a su hijo, y le dice:
— Nunca más me voy a alejar de ti.
Laura le dice a Enrique:
— Mi hijo se queda aquí, si quieres verlo a menudo tienes que ser en mi presencia.
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Enrique le dice a Johan:
— Ve y juega allá en la habitación, mientras yo hablo con mami.
En seguida, Johan se va a jugar y deja a Enrique en la sala con Laura.
De inmediato, Laura le dice a Enrique:
— La única manera para que veas a Johan todos los días, es que vuelvas conmigo, de lo contrario esta será la única vez que lo veras.
Enrique muy indignado le dice:
— Mírate, parece que estás perdida en drogas, le has dado una mala vida a mi hijo, yo pensaba que estabas bien allá en Bogotá.
En ese momento, Laura se confianza y comienza a llorar como una niña, diciéndole:
— Por buscar la vida que tenía contigo cuando tenías dinero, me metí con un tipo en Bogotá que me golpeaba y me maltrataba cuando estaba totalmente alcoholizado.
Enrique le dice:
— ¿Cómo es que caíste en ese vicio?, ¿y tu madre donde estaba en esos momentos?
Laura empieza tocarle las manos a Enrique, y le dice:
— No hablemos más de esas cosas amor, ¿te acuerdas cuando comenzamos el negocio de los textiles?
— Si me acuerdo, ¿por qué traes eso ahora?
— Amor, quiero que volvamos a construir tu negocio.
Enrique se aleja de Laura, y le dice:
— Yo no soy tu amor, yo te he perdonado hace mucho tiempo. Por abandonarme cuando te enteraste que perdí todo mi dinero, no obstante, debemos llegar a un acuerdo favorable para la custodia de nuestro hijo.
De un momento a otro, Laura se mal entona y le tira varias porcelanas a Enrique. Diciéndole detenidamente:
— No te vas a llevar a mi hijo, ni muerta.
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Enrique esquiva todos los objetos que le tira Laura, y rápidamente sale de la casa de su padre. Para que su hijo no siga escuchando las terribles reacciones de su madre.
En ese momento, Enrique recibe una llamada de Milenna...
