Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
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El piloto al ver la gran explosión de las turbinas, le dice a Enrique:
— ¡MORIREMOS!, ¡MORIREMOS!
En ese momento, el avión baja a 7000 pies de altura de una manera muy rápida...
Enrique desesperado dice en voz alta:
— Jehová señor, protégeme de todo mal y peligro, señor.
En ese instante, el avión vibra más que nunca y la cabina del piloto se enciende en llamas con el dentro.
En ese instante en Dubái-Emiratos Árabes, Mójame y Hali brindan por la muerte de Enrique.
De inmediato, Mójame dice:
— Está bebida es por el socio más rápido y corto que tuve.
Hali también alcoholizado y feliz, dice:
— Eso le paso por confiado. En estos negocios no se puede confiar ni de la mamá.
En los cielos de océano atlántico, se ha próxima un avión estilo comercial completamente en llamas, a 5000 pies de altura. Enrique trata de levantarse, pero es imposible. La presión es muy fuerte.
En ese momento, Enrique con todas sus fuerzas golpea unas sillas. Logrando desajustarla y se cubre un poco de todos los objetos que tratan de golpearlo.
Enrique termina sosteniéndose de una silla con una mano, para no caer a la cabina del avión cubierta en llamas.
El avión se parte en dos a 2500 pies de altura. Enrique definitivamente trata de escalar hacia la cola del avión, pero es inútil. En ese momento el avión se estrella contra el Océano Atlántico y comienza a hundirse hacia lo más profundo...
Enrique muy golpeado con varias heridas por todas partes. Trata de salir del avión a como dé lugar, pero su pierna se encuentra enreda con muchos cables del avión y no puede soltarse.
En ese instante, la otra mitad del avión se hunde con Enrique sin poder soltarse de los cables.
De inmediato, Enrique aguanta la respiración y vuelve a jalar con mucha más fuerza su pierna. Pensando en su familia...
Enrique dice en el pensamiento:
"No los voy a dejar solos, eso no todavía"
Enrique esta vez jala su pierna sin detenerse. Y como si fuera un milagro. La pierna que estaba terriblemente atrapada se suelta de todos los cables, y de inmediato Enrique nada hacia la superficie. Logrando mantenerse a flote con un pedazo de lámina grande del interior del avión. Que podía flotar. Para suerte de Enrique...
Enrique pasa tres días y tres noches flotando sin rumbo alguno, con mucha sed y mucha hambre.
En ese momento, Enrique intenta beber agua, pero se detiene...
Enrique solo vía cielo y agua, sus horas estaban contadas. Enrique muy cansado y muy sediento se duerme repentinamente.
En ese instante, un barco pesquero brasileño mira desde muy lejos algo inusual y se acercan a donde esta Enrique.
Los brasileños le gritan a Enrique, diciendo:
— AMIGA, AMIGA, AMIGA, de repente Enrique se despierta y mira muchos hombres, pero piensa que esta alucinando y se queda mirando el barco, de inmediato los brasileños lo sacan del agua y lo arropan con una cobija muy calidad, con la sed y el hambre que tiene Enrique al ver que estas personas le blindaron comida se puso a llorar y a decirle a dios gracias por esta nueva oportunidad de vida, no te defraudare en lo que me queda de existencia.
El capitán del barco, Roberto el brasileño le dice:
— ( Tem sorte de ñao ter morrido ).
Silvio, el ayudante pesquero habla español y le traduce a Enrique, diciéndole:
— Lo que Roberto te dijo es que tuviste suerte de no haber muerto.
— Si entendí, yo hablo un poco el portugués, pero no tan fluido, de todas maneras, si ustedes me ayudan a llegar a Colombia se los agradeceré toda la vida.
Medellín- Colombia, en ese momento en la empresa de Enrique, muchos despidos sin sentido y mucho personal árabe instalado en la empresa de Enrique. Los trabajadores están sorprendidos con todos los cambios, y les preguntan a estos extranjeros:
— ¿Por qué están invadiendo ese lugar?
Y uno de estos les responde a todos los trabajadores que aún están esperando respuesta:
— Está empresa y todo lo que tiene el antiguo dueño, le pertenece a Mójame...
