Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
Todo está preparado para comenzar el negocio familiar. El lugar fue acondicionado por Milenna y Gloria, que con entusiasmo lograron organizar el garaje de su casa para fabricar.
Enrique nuevamente le dice a Gloria:
— Como estamos empezando, no podemos darnos el gusto de contratar personal, hasta ahora el dinero lo está poniendo Milenna y no es justo. Pero más adelante, confiando en Dios que todo lo puede. Vamos a salir adelante y poder agrandar todo esto.
Milenna le dice a Enrique y a su mamá:
— Comencemos a Trabajar, no perdamos la intención que tenemos y no se preocupen por la inversión en estos materiales, que todo esto se va a multiplicar.
En ese instante, Enrique se sienta en una máquina de coser. Y de una manera muy ágil, cose perfectamente un trazo muy largo. Uniendo dos telas floridas de dos metros de largo, y les da forma.
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Milenna y su madre quedan sorprendidas al ver la agilidad, precisión, y destreza en las manos de Enrique.
En ese momento, las dos se sentaron cerca de Enrique y comenzaron a trabajar las primeras camisas del negocio.
Veintiocho días después, cincuenta y siete camisas de estilo deportivas y sencillas, fueron terminadas a manos de Enrique, Milenna y Gloria. Luego de haber terminado toda la tela que tenían en el garaje, Milenna se encarga de meter las camisas en dos cajas grandes, mientras Gloria y Enrique toman siete de ellas y las exhiben afuera de la casa, para comenzar a venderlas.
En ese instante, Enrique le da un beso a Milenna y la abraza, diciéndole:
— Gracias a ti, todo esto es una realidad, no quiero que te vayas amor.
Milenna se sonríe, y le dice:
— Todo esto fue gracias a Dios, que nos dio fortaleza para trabajar día y noche, y mi salida a Sevilla - Valle del cauca, es solo de dos días.
— Van hacer los dos días más largos de mi vida, ¿quisiera ir contigo?
— Ahora que Johan se encuentra en esta casa y entro a estudiar en el colegio de Melissa, hay más responsabilidad para una persona, así que te toca ayudar a mi mamá en eso, y también, para comenzar a comercializar las camisas que hemos hecho.
Gloria le dice a Enrique:
— Tranquilo, nos va ir muy bien con todo esto. Este lugar es comercial y puedo asegurar que muy pronto vamos a vender todo.
En ese momento, Milenna entra a la casa y se despide de su hija. Y luego de Johan.
En seguida, se despide de su mamá y besa a Enrique, para luego irse a Sevilla.
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De inmediato, Enrique deja jugando a Johan y a Melissa en la casa y va nuevamente al garaje. Donde tienen a la venta las camisetas.
El día siguiente en la mañana, una pareja se acerca al garaje y le compra a Gloria una camisa deportiva de veinte mil pesos.
En seguida, otra persona se acerca y también le compra a Gloria una camisa deportiva por el mismo valor.
Enrique termina de hacerle el desayuno a su hijo y a Melissa. Cuando recibe una llamada de Milenna que le dice:
