CAPÍTULO 20: VIEJOS AMIGOS

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La dinámica que Enrique tenía lavando los vidrios de los carros es excelente, en menos de media hora entre él y los niños, ya estaban recogiendo muchas monedas.

Enrique está disfrutando de esta refrescante lluvia, y al mismo tiempo se apasiona tanto en esta labor, que no reconoció el carro deportivo de sus viejos amigos.

La impresión que se llevaron los dos amigos que venían en el carro deportivo. Al ver a Enrique lavando carros, fue tremenda.

En ese instante, Jhonatan le grita:

— ¡ENRIQUE! ¿ERES TU?    

Enrique al reconocer a sus amigos de toda la vida

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Enrique al reconocer a sus amigos de toda la vida. Trata de taparse la cara, pero en segundos reflexiono y dijo en voz baja:

— ¿Que estoy haciendo? Este es un trabajo, no debo de avergonzarme de esto.

Raymundo, el otro amigo de Enrique, le dice a Jhonatan:

— Él no es Enrique, cómo crees que el gran empresario y multimillonario de Medellín, va a estar lavando vidrios de carro.

En ese momento, Enrique les dice a los dos:

— Si muchachos... soy yo, Enrique el que ustedes conocen, pero este no es el lugar ni el momento para hablar.

Jhonatan por poco se ríe de Enrique, y le dice:

— Amigo, súbete al carro para que hablemos en esa cafetería de la esquina.

Enrique se sube al carro de alta gama, y les dice:

— Gracias muchachos.

En ese momento, Raymundo le dice:

— En verdad, eres tú, no lo puedo creer.

Jhonatan parquea el carro en la cafetería y de inmediato Enrique, Raymundo y Jhonatan, se acomodan en este establecimiento, para compartir.

Jhonatan disimulando su alegría por ver a Enrique así de esta manera, le pregunta:

— ¿Cómo has caído así de esta manera amigo? 

Enrique sin sospechar que Jhonatan se está burlando de él y de su situación económica, le responde:

— Amigos, me confié de alguien que pretendía ser mi mejor amigo.

En seguida, Raymundo le dice:

— ¿Yo pensé que nosotros éramos tus mejores amigos?

— Muchachos, ahora todo lo que yo diga no cambiará nada de lo que paso, y la verdad no quiero contar o repetir esta historia tan dolorosa. Solo quiero recomendarles que no hagan negocios con cualquier persona.

 Solo quiero recomendarles que no hagan negocios con cualquier persona

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Jhonatan reconoce lo que Enrique hizo por ellos, y le dice a Enrique:

— Tu hiciste que mi negocio fuera más próspero y eso te lo reconozco ahora y siempre.

Enrique al escuchar las palabras de Jhonatan, le dice:

— Quizás no debería preguntarte esto, pero lo haré, ¿tienes bacante en tu empresa para mí?

Jhonatan y Raymundo se ríen sin parar, y le dicen:

— Espera un momento, es que no puedo parar de reír por favor.

Enrique se enfurece, y les dice:

— ¿CUAL ES EL MOTIVO DE ESA REACCIÓN?

Raymundo pide tres tazas de cafés y varios panes para la mesa, y le dice a Enrique:

— Cálmate hermano, es que nos causó un poco de gracia eso, nada más.

Para de llover en la ciudad y Enrique separa de la mesa diciéndoles a sus amigos:

— Ustedes se dicen ser mis amigos, pero disfrutan de mi tristeza y dolor.

Jhonatan para de reírse y le dice rápidamente a Enrique:

— Me reí, porque en estos momentos en la empresa estoy recortando personal. Y no necesito a nadie más...

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