Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
Recordando momentos inolvidables de su niñez, Enrique va hacia la sala y se recuesta en el sofá.
Después de varios minutos, Enrique nota que en la casa no hay nadie. Y de inmediato toma su teléfono y le marca a Milenna.
En ese instante, Milenna contesta y le dice a Enrique:
— Estoy en una fábrica de tela, voy a comprar más para que nos rinda cuando estemos trabajando.
— Listo amor, acá te espero.
Después de hablar con Milenna, Enrique se acuerda del dinero que tiene de la mensualidad de Laura, y rápidamente llama a su padre, y le dice:
— Hola, ¿cómo estás?
— Bien, estaba esperando que te comunicaras.
— Voy a ponerte en estos momentos el resto del dinero por el Gane.
— Listo.
Enrique entra de nuevo a la habitación de su hijo y lo encuentra dormido, en seguida sale rápidamente de la casa. Y a dos cuadras le pone el dinero a su padre en el Gane más cercano.
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Centro de rehabilitación, Medellín. Dentro de la instalación, Laura se escapa de una charla de la psicóloga, para encontrarse con Cesar en un lago de ese mismo lugar.
Laura se sienta junto a Cesar, y le dice:
— Por fin te has decidido a contarme, ¿por qué estás en este lugar?
En ese instante, Cesar se desahoga con Laura, y le dice:
— Yo vengo de una familia muy rica y poderosa, nada me faltaba. Mi hermano menor y yo nos entendíamos muy bien, hasta que yo la embarre.
— ¿Cómo que la embarraste?
— Si, conocí a varios amigos de la farándula y me fui involucrando con su ritmo de las drogas.
Con el tiempo mis padres me descubrieron dándole drogas a mi hermano y me echaron de la casa como un perro. Me lo merecía, son recuerdos que nunca olvidaré.
Laura le dice:
— ¿Pero cómo terminaste en este lugar?, creo que tuvo que haber sido alguien conocido que te ayudara a ingresar.
Cesar se sonríe, y le dice:
— Fueron mis propios padres, un día salieron a trabajar como era de costumbre, y me vieron tirado en la cera muy drogado y sin poder reconocer a nadie.
De inmediato, ellos me llevaron a un hospital donde me trataron muy bien y cuando ya estaba recuperado para ese entonces, el médico me dijo que estuve al borde de un colapso. Fue en ese momento en que acepte la oferta de mi padre, que era entrar en este lugar.
En Cali, Milenna junto a su madre e hija, llegan a la casa con las telas para seguir trabajando en el garaje.
En ese momento, Milenna le da un beso a Enrique y le muestra las hermosas telas que ha comprado para seguir creciendo el negocio.
Enrique mira las telas y le dice a Milenna:
— Están muy bonitas amor, pero estas que has comprado no son originales.
Milenna se sorprende, y le dice a su mamá y a Enrique:
— Pero si el nuevo dueño nos dijo que era la mejor tela que había llegado.
Enrique las vuelve a tocar, y le dice a Gloria y a Milenna:
— Pues las han engañado, estas son telas de pacotilla, ahora mismo iré a reclamar esto...
