Esta historia cuenta. Lo que siente y piensa un hombre de Dios su salvador.
Enrique después de ver y sentir en carne propia el verdadero dolor del alma, comienza a entender muchas cosas de la vida, que antes no solía ver...
Un terrible dolor de cabeza, fue el que tenía Jonathan cuando su padre le dijo del malentendido que tuvo.
En ese momento, Jonathan se sentó en la será del pavimento sin ninguna opción y esperanza de volver a trabajar en el local, porque no tenía los ojos para mirar a Armando ni mucho menos a Enrique de la altanería que había hecho en el negocio. Lo único que le quedaba, era volver a pedir el trabajo de vender frutas en una esquina, lo cual antes se quejaba.
En Cali, Milenna vuelve al trabajo y desde que entró al local, volvieron las ventas.
Después de vender mucha ropa en toda la mañana e irse almorzar al medio día a un nuevo restaurante, Enrique, Milenna y Cristian, regresan al local y se encuentran con el pastor José parado en el local.
Enrique y los demás, saludan con gran alegría y le dan la mano al pastor, diciéndole:
— Que sorpresa nos ha dado pastor.
Mientras Cristian abre nuevamente el local, el pastor le dice a Milenna y a Enrique:
— No saben cómo me alegra que estén tan unidos como una solo persona, se les ve en los ojos el amor que sienten el uno por el otro.
Enrique y Milenna se sonríen.
En seguida, Cristian termina de abrir, y le dice al pastor:
— Puede sentarse en este lugar.
En ese instante, Milenna le dice al pastor:
— ¿Paso algo?
— No, estuve esta mañana en tu casa, pero me dijo Gloria que ya habías retomado el trabajo y quise venir a saludarte, ¿cómo te sientes?
— Bien, antes me sentía que estaba en el desierto, sentía que no iba a sobrevivir a esa experiencia.
— Ustedes dos todavía están en el desierto, esto que paso es una prueba de que todavía necesitan aferrarse más a Dios. Enrique, tu no debes de poner a nadie por encima de Dios, porque Dios es un Dios celoso y no le gusta que sus hijos idolatren imágenes, estatuas o personas. Esto ya se los había predicado.
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En ese instante, en que Milenna y Enrique escuchan a José callados. Cristian interrumpe al pastor, diciéndole:
— Disculpe, ¿puedo preguntarle algo?
— Sí, pregúntame lo que quieras.
— ¿Qué es estar en el desierto?, me ha causado mucha curiosidad.
— Cuando desobedeces a Dios o haces cosas que a él no le gusta, recibes una gran dificulta en tu vida, que te hace sentir que no vas a poder con ella. Piensas que vas a sucumbir, piensas que vas a morir, piensas que el mundo no te ofrece nada. También puedes entrar en el desierto de la soledad, te quedas sin trabajo, te quedas sin amor, con una situación precaria en todo sentido, pero he ahí la gran prueba, la cual no importa en el desierto que Dios nos mande, debemos salir de el con fe y haciendo todo lo que le agrada a Dios, es ahí cuando todo eso que te he dicho sale de nuestra vida. Y tenemos otra oportunidad dada por Dios.
Enrique le dice a Cristian:
— ¿Ya has entendido lo que dijo el pastor?
— Si, bastante claro.
Milenna le agradece al pastor por sacar un poco de su tiempo para ellos y le da un abrazo.
El pastor se levanta y le vuelve a dar la mano a todos, y les dice:
— Bueno, solo quería ver como estaban, los espero el domingo en la Iglesia.
Feliz por la visita del pastor, le dice:
— Allí estaremos sin falta, se cuida.
Todos se despiden del pastor. Cuando Cristian atiende a una clienta, la cual ya había visto en la Iglesia. Cuando fue por primera vez.
Luz entro en mucha confianza con Cristian y rápidamente se hicieron amigos.
Luz compro dos blusas. Y antes de irse les dijo a Enrique y a Milenna:
— Está muy lindo el local, muy colorido, los felicito por este gran negocio.
7:00 pm, luego de un día muy bueno en cuestión de ventas y una agradable visita del pastor. Enrique, Milenna y Cristian, llegan a su casa...
