Menudo día. Lo pasé la mayor parte callada, pero ¿qué iba a hacer? Por mucho que insistiera Zoe en que hablara con gente, no me encontraba con ánimos de hacerlo. Esto me pasaba ya hace bastante tiempo, creo que desde finales del curso pasado. Mi padre se había preocupado, al igual que mi madre. Pero gracias a dios no tomaron cartas en el asunto.
-Hasta luego -se despidió Zoe de una chica que coincidió la última clase con nosotras. Seguidamente, me miró.
-¿Qué?
-Nada, que podrías decir por lo menos hasta luego. Ya te tengo dicho que no seas así de cerrada.
-Soy así, y punto -comenté algo cortante. Era mi amiga, y la quería. Pero ella sabía más que nadie como era.
-No, no eres así. Lo eres desde hace unos meses. Desde...
-Ya, no hace falta que lo digas.
-Ya pasó mucho tiempo, tienes que empezar a relacionarte. Y a ver si comes un poco, has adelgazado.
-¿Adelgazado? Estoy igual que antes.
-No, antes eras delgada. Ahora eres un palillo andante. Así que en cuanto lleguemos a casa comerás una buena pizza que encargaré.
Bufé, pero no respondí. Llegamos a casa y ella desde su móvil mandó el pedido a una pizzería buena de la zona que le había recomendado una de sus nuevas compañeras. Bueno, nuestras.
Enseguida el pedido llegó, ella abrió la cálida caja, estaba recién hecha. Me obligó a comer una buena parte de la pizza, un cuarto de ella. Me sentía mal al comerla, eran demasiadas calorías que igual a lo largo de la tarde no podría quemar. Pero, ella me obligaba a comer. Lo hice a regañadientes, y en cuanto tuve un rato libre, fui al baño. No tenía opción, no podía ingerir tanta porquería. Así no conseguiría mantenerme en mi peso 'ideal' o adelgazar.
-Creo que voy a dar una vuelta. -Dije tras lavarme los dientes y entrar en el cuarto de ambas.
-Vale, te acompaño. Todavía no vimos 'el gran Londres'. -Dijo divertida. Así que nos preparamos, cogimos nuestros abrigos y un bolso y salimos del apartamento. Decidimos dar una vuelta por la zona, la verdad es que no sabíamos dónde ir. La gente normal iría a ver el London Eye, o el Big Ben, Buckingham Palace, incluso el Tower Bridge. Nosotras, no. Éramos especiales. Nos gustaba más fijarnos en otras cosas y ser diferentes.
Narra Niall
Estábamos los chicos y yo en una cafetería. Uno hablaba con otro, el otro con uno, uno de allí con el de allá. La cuestión, es que yo me aburría. Como siempre, no sabía con quien hablar. Me limitaba a mirar por una de las cristaleras que daba al exterior. Estaba todo nevado, algo extraño ya que tan solo era Octubre. Iba a ser un crudo invierno el de este año.
De repente, vi a las dos chicas de por la mañana cruzar la calle. Miré a los chicos, y ellos seguían a lo suyo. No notarían nada si me iba, así que quise ir a ver a esa chica. No sabía la razón pero me llamaba bastante la atención. Quería saber algo de ella, por lo menos su nombre. Llamarme loco, pero me gusta llevarme por impulsos.
Salí corriendo para no perder a las dos chicas de vista, y al salir sentí bastante frío. El aire frío londinense. Pero no pasaba nada, miré hacia la izquierda y las vi, a ella con las manos en el bolsillo para mantenerlas cálidas, y a su amiga hablando animadamente.
-¡Perdona! -grité, pero no se dio la vuelta. Supongo que no se dio por aludida. Pero un grupo de chicas, de entre los trece y los quince me vio.
-¡Es Niall Horan! -dijo una de ellas. Vinieron corriendo a pedir un autógrafo, y por supuesto que se lo di. Eran unos fans. Pero en cuestión de segundos se acumuló allí mucha gente, muchos flashes de cámaras y muchos gritos. Perdí de vista a la chica por desgracia.
Continuará...
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Bueno bueno, por los comentarios que hicisteis en el anterior capítulo veo que os gustó, y me alegro mucho. Muchs gracias a todas las que seguís ahí, a pesar de lo que tardé en subir. Nunca me cansaré de decir que sois las mejores lectoras. Bueno disfrutar el capítulo :)
