Piqué en el botón rojo que llamaba al ascensor, mientras Niall me cogía de la mano y entrelazaba sus dedos con los míos. Dicho gesto, provocó un pequeño temblor en mi, desde luego este tipo de gestos eran mi debilidad.
Entramos, bajamos unos pocos pisos y después subimos al taxi que había aparcado frente al portal.
-¿Y dónde me llevarás? -pregunté dentro.
-A ver Londres -respondió en tono obvio.
-Ya, pero ¿a qué zona? ¿Y qué veremos? - estaba entusiasmada.
-Pronto lo verás.
Sonrió y me besó la mejilla. No tardamos mucho en bajar del vehículo, Niall le tendió dinero al señor y el taxi se desvaneció entre el tráfico. Yo, estaba ocupada viendo lo que tenía delante. El Big Ben, que era exageradamente enorme, impresionaba mucho más que en las fotografías que alguna vez había visto.
-Es enorme.
-Lo sé, y no me creo que todavía no lo vieras con todos los meses que llevas aquí.
Me mantuve en silencio, lo miré de arriba a abajo, miraba curiosa a todas las personas que había a su alrededor, seguramente fotografiándolo. Había muchos turistas, y eso que no había vacaciones de ningún tipo.
-Ven -dijo apretando más fuerte mi mano. Nos escabullimos por toda la gente que había, hasta encontrarnos en una oficina de turismo -vamos a por un mapa.
-¡Espera! -dije de repente, y me miró – No vas tapado, ¿no te podrían reconocer?
-No te preocupes por eso ahora. -sonrió.
Asentí y nos metimos dentro. Una señora muy amable nos dió el mapa y nos preguntó si queríamos que nos recomendara algún lugar pero se lo negamos. Niall conocía suficientemente esto y no hacía falta.
-¿Nos podemos hacer alguna foto con el Big Ben de fondo? -pregunté alegre. Él asiente, cogí mi móvil y puse la cámara frontal, para hacernos la selfie. - Dios, que mal quedé.
-Estás preciosa -me llevó él la contraria, y me dió un beso en la mejilla. Guardé el móvil y cogimos los dos el mapa.
-¿Ahora dónde iremos? -pregunté. Él echó un vistazo al trozo de papel, lo guardó y me volvió a coger la mano.
-Ven.
Empezó a caminar y yo le seguí, y así estuvimos como quince minutos mientras ambos hablábamos de cualquier tontería. De repente me paré, y veo a lo lejos el Tower Bridge.
-¡Mira mira! -dije entusiasmada, ya sabía a dónde íbamos - ¡Vamos!
Empecé a correr con él detrás, quería verlo de cerca enseguida. Mientras, Niall hacía intentos fallidos de que fuéramos más despacio, pero en el fondo le gustaba ya que no paraba de reírse al igual que yo.
Llegamos allí, ambos con la respiración acelerada.
-Es -dije con dificultad mientras respiraba -es muy bonito.- Nos acercamos a una valla, detrás de ella estaba el río Thamesis. Yo, observaba el enorme puente.
-Yo estuve ahí -dijo señalando la zona más alta. Ya sabía que había estado allí, lo hizo junto al resto de su grupo para un vídeo musical – Si te digo la verdad, impresionaba mucho.
-No me extraña.
Me abrazó por atrás, y sonreí complacida. Colocó su cabeza encima de mi hombro, era como un auténtico sueño. Pero, en todo sueño alguien acaba despertándote. Y eso ocurrió cuando empezó a sonar mi móvil. Lo cogí del bolso que llevaba. Llamada entrante de All. ¿Este chico nunca pararía?
-¿Qué ocurre cielo? -preguntó Niall al notar mi cara de espanto. Decidí colgar y poner en silencio el móvil.
-Nada -respondí.
-¿Quién es All? -preguntó frunciendo el ceño. No estaba lista para decirlo, o simplemente no quería. No quería recordarlo, y la mejor manera es evitando cualquier cosa que tuviera que ver con ese chico, incluso simplemente mencionarle. Me abracé a él, supongo que con eso no respondí a su pregunta pero no me la volvió a repetir. - ¿Quieres ir ya a comer? Aquí hay buenos restaurantes... -Hubo un pequeño silencio- aunque creo que ambos preferimos un Mc Donals.
Me reí al igual que él.
-De acuerdo.
Me cogió de la mano, y nos dirigimos al restaurante de comida rápida más cercano. Allí los dos pedimos lo mismo, cogimos la comida y nos sentamos en la única mesa libre que quedaba.
-All es un chico que vive en España, íbamos al mismo centro hasta este año -decidí contarle tras meditarlo un rato. En Niall sé que podía confiar.
-¿Era tu novio o...? -preguntó. Negué con la cabeza.
-No sé si a un animal como a él se le puede llamar novio. Me utilizó como a un trapo -contesté algo triste. Niall, permaneció callado, seguramente con temor a preguntar algo que me hiera. Pero, sabía que él quería saber algo más, así que continué detallando – él empezó a salir conmigo el curso pasado, yo estaba muy feliz. Me decía cosas bonitas, y me enamoraba cada día un poco más... Hasta que de repente, un día, me dicen que era todo una apuesta con unos amigos suyos. Si conseguía estar conmigo un mes, ganaba cien euros o así, no me acuerdo la verdad. Eso no fue lo que me importó. Porque no hice caso a esos rumores y seguí loca por él. El día uno del mes siguiente me dejó, y me llamó de todo. Imbécil, enamoradiza, arrastrada, fácil...Fea... Gorda.
-¿Gorda? -preguntó Niall alucinado. Asentí, mientras mis lágrimas amenazaban con salir.
-Me preguntaba si de verdad estaba gorda, que si era tan fea. Porque, él en ese mes me hizo sentir hermosa, pero cuando se fue me sentí mal. No volví a verme guapa en ningún momento, con ninguna ropa especial, ni maquillada, ni muy peinada. No volví a gustarme. Dejé sin dudarlo de comer, todo eso eran grasas de sobra que mi cuerpo podía consumir de las grasas de reserva. Así, adelgazaría rápido.
-No puedes hacer eso -me riñó preocupado, se acercó a mí y me abrazó mientras yo miraba la hamburguesa que tenía delante, que hace semanas no habría comido ni de coña.
-Me hice daño, lo sé. Pero tan solo quería ser guapa, nada más. Decía escusas para no comer, me pesaba constantemente para ver cuánto adelgazaba, hacía ejercicio aunque no pudiera ni con mi alma. Me empecé a encerrar en mí misma, sin que nadie pudiera romper la burbuja que me estaba creando alrededor. Pero, al llegar aquí y conocerte... -le miré- tú rompiste esa burbuja. Ahora no como calorías, simplemente como. Y me gusta.
Me dió un beso lento, tierno, transmitiéndome seguridad con él. Ahí es cuando Niall entendió que realmente, me había salvado la vida.
-¿Nos marchamos ya? -preguntó.
Asentí, recogimos todo y salimos de allí para seguir visitando Londres. Entre otras cosas, vimos en Bukemhim Palace, algunas estatuas conmemorativas, autobuses rojos -que me llamaban mucho la atención, y nos subimos en uno simplemente porque quería probar a ver que se sentía- . También pasamos delante de un 1D World, cosa algo extraña. ¿Os imagináis ver a vuestro novio en un cartel enorme en medio de la calle? Pues eso sentí yo. Y al final del todo, casi por la noche, en el London Eye. ¿Cómo describirlo? Ah sí, fue mágico.
Fue, sin duda el mejor día de mi vida.
Continuará...
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Perdón por no subir, estoy en el pueblo y no tengo a penas internet. Pero aprovecho para escribir, y os hice este capítulo especial un tanto más largo. Espero que os guste, comentar ♥