¿Por qué la mayoría de los europeos no tienen persianas? A las siete la luz del amanecer me despertó. Me encontré allí, en la habitación de la casa de Niall. No había sido un sueño. Encima de la cómoda había ropa, un suéter de lana que seguramente me quedaría grande, y unos leggins que supuse que me quedarían bien. Por último, una nota.
Esta ropa es de la novia de mi hermano, espero que te quede bien. Marché al estudio, no me llevará mucho tiempo así que espera en casa si quieres a que venga.
Pd; estás preciosa durmiendo.
Olía a él, a Niall. No pude evitar sonreír y abrazar la nota.
Fui al cuarto de baño y me duché y vestí. Me miré al espejo, tan fea como siempre. ¿Qué le iba a hacer?
Guardé la ropa de ayer en mi bolso -era enorme- cogí el móvil y bajé a la cocina. Me rugían las tripas, pero no comería nada. No me lo podía permitir.
Fui al salón, me senté en el sofá y encendí la televisión. Miré un poco por encima los canales; nada interesante. La apagué enseguida y decidí echarme. ¿Cuánto tardaría en llegar? No sabía a qué hora había puesto la nota así que decidí descansar un poco en el sofá hasta que viniese.
Narra Niall.
Por fin había llegado a casa. ¿Se habría despertado ya Melanie? Se veía preciosa durmiendo. A demás, ahora la veía más guapa que antes. ¿Sería por el beso de anoche? No lo sé. Pero la vi feliz, o al menos eso querían ver mis ojos.
Nada más entrar en el salón, la ví allí. Tumbada en el sofá.
-Melanie- le susurré, pero seguía dormida.
Le besé la mejilla, y gimió.. Sonreí al ver su reacción, me hacía gracia. Me senté a su lado y coloqué su cabeza en mi regazo.
-¿Has llegado? -preguntó, miré su rostro, en el que tiene dibujado una sonrisa.
-¿No estabas dormida? -pregunté..
-Sí, pero te sentí entrar. -Se rió divertida, se incorporó y quedó sentada a mi lado. ¿Es cosa mía, o cada día la veo más delgada? Me acerqué y le di un beso, sin razón aparente, tan solo lo necesitaba.
-Te quiero. -Confesé.
Ella pareció dudar, pero me respondió un 'y yo a ti'. Quedamos un rato mirándonos, hasta que decidí besarla de nuevo. Me sonrió e hice lo mismo. ¿Por qué me encantaba su sonrisa? ¿Por qué era tan perfecta? Era adorable, me completaba. Todo este tiempo había sentido que me faltaba algo, ¿sería ella? ¿Es esto a lo que llaman amor? Era absurdo, la conocía desde hace unos días. Tantas preguntas, solo quedaba una cosa; encontrar las respuestas.
* * *
Narra Melanie.
Al medio día me llevó a casa. Le di las gracias y subí al apartamento. Me encontré con Zoe tumbada en el sofá, me sintió entrar y tenía su mirada clavada en mí.
-Exijo detalles de por qué mi mejor amiga no ha aparecido aquí en todo un día y una noche. -Dije seria, ¿se habrá enfadado? De repente se ríe, y yo hice lo mismo. Ya me había asustado.
-Nada, solo... ¡ESTUVE CON TODOS Y CADA UNO DE LOS INTEGRANTES DE ONE DIRECTION!- Salté de repente, y ella y yo pegamos un grito.
-¿Y por qué no me llamas idiota? ¡¿Cómo es eso de que estuviste con todos?!
-Sí, y escuché una canción de su nuevo álbum, estuve en el estudio con ellos.
-¿Y te gustó la canción?
-¡Cómo no me iba a gustar! -dije entusiasmada. Volvimos a gritar, y oímos unos golpes provenientes del apartamento de la derecha. Entonces decidimos dejar los gritos. -Después dijo que podía dormir en su casa.
-¿Y qué pasó, eh pillina? -dijo con cara de una auténtica pervertida. Le di con un cojín y nos reímos.
-No pienses así, tan solo... Nos besamos.
-¡TE HA BESADO NIALL HORAN! Por dios, dame tus labios. -Reí ante tal comentario – Y, ¿cómo fue?
Suspiré al recordarlo.
-Perfecto...
-Bueno, -dijo más relajada mi amiga- vamos a calmarnos, ya me lo contarás más detenidamente que ahora voy a salir.
-¿Salir? -pregunté extrañada- ¿a dónde?
-Voy a dar una vuelta con Kat y un amigo suyo. ¿Por qué no vienes?
-Está bien.
En otros casos no iría, pero hoy estaba más que feliz. Y me encontraba con ánimos para salir de casa y hacer amigos. ¿Por qué no?
Continuará...
