-¿All te llamó? -pregunta Zoe nada más llegué a casa. Cerré la puerta detrás de mi espalda, me quité el abrigo y suspiré -¿Me respondes?
-Sí hombre, sí. Me llamó antes -fui al salón y me tiré en el sofá- ¿y cómo lo sabes?
-¡Porque me llamó a mi también! Me dijo que no le habías respondido a su llamada y si podía decirte que quiere hablar contigo.
-Pero, ¿está tonto? ¿Y tú para qué le respondes?
-Pues no sé, lo descolgué sin ver el nombre y en cuanto reconocí la voz me quedé de piedra.
Me llevé las manos a la cara, ¿por qué? Mi vida ahora mismo era perfecta, no tenía que volver a aparecer en ella. No podía. Es un imbécil.
-o-
-Te quiero mucho. -Dijo bajo la luz de la luna. Me miró un buen rato, no me cansaba de que lo hiciera. Simplemente, me sentía bien así.
-Yo también te quiero mucho. -Respondí.
-¿Cuánto? -preguntó gracioso.
-Mucho.
-¿Mucho? -se ríe.
-¿Cuánto es mucho?
-A veces demasiado.
-o-
-Bueno, iré a dormir. Mañana hay clase, así que... - marché a mi cuarto mientras que ella me siguía sin decir nada.
Me encierré en el cuarto de baño, me puse el pijama y me quité el poco rímel que llevaba. Me lavé un poco la cara y salí. Zoe ya estaba en su litera y yo me tumbé en la mía. Dejé el móvil a un lado y me acurruqué entre las sábanas.
-¿Crees que volverá? -pregunté asustada.
-No. -Me tranquilizó la voz de mi amiga – Todo saldrá bien, tú tranquila. Ahora estás con Niall.
Suspiré. Esperaba que así fuese.
* * *
Fuimos a las clases en el coche de Simon, el novio de mi amiga. Allí ellos fueron por su lado, les tocaba clase juntos. A mí en cambio, no me tocaba con nadie conocido. Pero, no importaba.
Saqué apuntes, bolígrafos y libros. Tenía todo listo para cuando llegara el profesor. Empecé a dar suavemente el lápiz con la mesa, me aburría.
¿Qué estaría haciendo Niall ahora mismo? Seguramente estaría con Louis, Harry, Liam y Zayn trabajando en la gira. Como casi todas las mañanas y ahora en muchas ocasiones por las tardes.
Noté vibrar mi móvil en el bolsillo de mi vaquero. Lo saqué rápidamente, Llamada entrante de All. Me llevé una decepción, pensé que sería Niall. Pero no más grande que el miedo que me provocó que esa llamada perteneciera a ese sucio deshecho social. Colgué y apagué el móvil rápidamente. Justo a tiempo, llegó el profesor.
-Buenos días -dijo al entrar.
¿Buenos? Dime profesor, ¿qué tienen de buenos?