Cogí las llaves y abrí la puerta de casa. En ese instante oí un grito. Fui corriendo al salón, donde provenía el estruendo. Me encontré a Zoe con la boca abierta mirando el televisor.
-¡Melanie! -gritó. Me miró y me hizo una señal para que fuera hacia allí. Me senté a su lado y miré la televisión.
-¡Hostia! -grité sorprendida.
Era la hora el telediario, y aparecían imágenes y en ocasiones vídeos míos y de Niall.
"Parece ser que el rubio integrante de la boyband del momento, Niall Horan, ha encontrado una acompañante." Dijo la chica mientras se veían varios vídeos de nosotros dos haciéndonos la foto en el Big Ben. Después, una corriendo por la calle. "Se lo pasaron de cine al parecer, según las imágenes que nos muestran las personas que los vieron en vivo." Se vió un vídeo nuestro, abrazados viendo el Tower Bridge. "Y qué mejor manera para acabar la velada, que durmiendo en casa del cantante." Se vieron fotografías y vídeos del coche de Niall entrando en su casa y como se veía que yo bajaba. "A saber que hicieron estos jovencitos ayer de noche..., pero las Directioners, no se lo han tomado a bien según la revuelta que hubo en twitter."
No me lo podía creer, ¿cuándo nos habían hecho fotos y vídeos? No lo había notado.
-Tía ¡acabas de salir en la tele! -dijo entusiasmada, pero a mí no me hacía ilusión - ¡Que guay!
-¿Guay? Acaba de decir que hubo una revuelta en twitter. ¡Ahora todas las fans de One Direction me odian! Si es que le dije a Niall que debería taparse un poco, que le reconocerían.
-Tranquila, seguro que no es para tanto.
Cogí el móvil y abrí la aplicación de twitter junto a mi amiga, que estaba a mi lado mirando.
-¡Tía tienes miles de notificaciones! - 4.501 Notificaciones para concretar.
-¡Son todo gente que me sigue y chicas locas que dicen que me odian! ¿Cómo lo puedes decir con ese entusiasmo?
-No sé. -Respondió, negué con la cabeza y sigo mirando Twitter. -¡Mira el primer Hastag a nivel mundial!
-¡Es #OdiamosANalenie (Nalenie = Niall + Malenie)! -grité horrorizada, entré a ver. Son todos comentarios hacia mí negativos excepto unos pocos, de algunas fans maduras que me comprenden.
Me tumbé en el sofá y bufé.
-Esto no me puede estar pasando a mí.
-Tranquila -me dijo Zoe- ¿No te acuerdas cuando nosotras éramos unas pequeñas fans, y también nos poníamos celosas al verle con alguien? A ellas les ocurre lo mismo. Pero, seguro que mañana ni se acuerdan.
Asentí y noté el móvil vibrar. Me estaba llamando All. Ya estaba yo de bastante mala hostia, como para que encima viniera este.
-¿Qué? -Dije cortante, de repente me pregunté una cosa. ¿Por qué narices le había cogido la llamada?
-Por favor, no cuelgues -dijo él antes de nada, yo me quedé callada – me han dicho tus padres que estás estudiando en Londres este curso -sigo sin decir nada, y él tarda en continuar- Quería disculparme contigo.
-¿Perdona? ¿Disculparte? - dije molesta.
-Sí. ¿Cuándo volverás a España? Quiero verte y arreglarlo.
-¿Qué estás diciendo? Escucha, porque estás sonando demasiado patético. No quiero que me vuelvas a hablar, no quiero oír ni tu voz, ni que mis ojos te vean. Te odio All, te odio con todo mi alma. ¿Por qué coño me llamas ahora después de insultarme? ¿Hiciste otra apuesta con tus amigos? Porque si es así, ya puedes ir tragándola. Yo ahora soy feliz, soy feliz y tengo novio.
Dijo algo, pero le colgué al instante. Zoe me aplaudió y sonreí. Me quedé muy a gusto, parecía que había soltado todo lo que tenía que decirle, todo lo que pensaba a veces en recriminarle. Lo hice, por fin. Y ahora estaba muy a gusto salvo por una cosa: media población mundial me odiaba.
Más tarde llamaron mis padres, me habían visto en la televisión. Genial, también se había transmitido en España. Pero no tuve ningún problema en explicar todo, para que quedaran a gusto. Luego vinieron a casa Kat y Alice, querían que les explicara todo sobre Niall, por qué estaba conmigo, y por qué no les había dicho nada. Lo hice, mientras Zoe se arreglaba para su cita con Calum. También hablé de eso. Ahora Kat y Alice también eran mis amigas, eran amables y divertidas, llevaba todo lo que llevábamos de curso con ellas.
Les conté lo que quisieron y más, después Zoe marchó y quedaron ellas a comer, para después salir a dar una vuelta. Cosa que resultó complicada, porque en cuanto salí a la calle un fotógrafo me vió y empezó a sacar fotos. Al final, no pudimos ni salir de casa.
Continuará....