Nuevo día, era lunes. Estaba con Zoe caminando por la calle, con dirección el instituto. Cuando llegamos ambas frenamos de golpe. Todo el mundo estaba con la mirada clavada en mí. Algunas personas lo hacían disimuladamente, mientras que otras de forma descarada.
-Zoe, ¿por qué nos mira todo el mundo? -pregunté asustada.
-No nos miran, TE miran -dijo resaltando el "te". Suspiré profundamente, antes de que muchas chicas y chicos empezaran a correr hacia mí y hacer toda clase de preguntas. Seguramente, habían visto la noticia de Niall y yo.
-¡Parad parad! -gritó Zoe mientras hacía hueco entre el alumnado para que pasáramos.
Llegué a clase justo a tiempo, con un gran número de personas siguiéndome. Esto era insufrible. Me decían toda clase de preguntas. Los más curiosos me preguntaban desde cuando salíamos, si lo habíamos hecho (sabéis a que me refiero), si él era amable... Mientras que otras, seguramente fans, me insultaban con cosas como "zorra". Yo nunca creí que yo fuera una persona envidiable ni mucho menos, pero en ese caso todo era envidia, de que Niall era mi novio y no el suyo. A mí, ni se me ocurriría llamar zorra a una chica por el hecho de que esté con alguien.
A lo largo de la mañana me llegaban notas en clase con más cosas del estilo, con preguntas o con cualquier tontería. Incluso, me enviaron tres o cuatro papeles con números de teléfonos y nombres. Chicos, los más guapos del centro. Unos auténticos aprovechados, seguro. Ahora soy "famosa" -según ellos- y vienen hacia mí. Imbéciles.
-¿Qué tal la mañana? -me preguntó Kat, que estaba sentada en unas escaleras a la hora del descanso. Me senté a su lado.
-Agotadora, ¿la tuya?
-No me extraña... La mía normal.
No tardaron en llegar grupos de chavales y chavalas a seguir detrás mío, incluso alguno me pedía una foto con él para colgar en su instagram. Alucinante.
Siguieron las preguntas, hasta que de repente una chica rubia y alta, llegó y preguntó en un tono por encima de los demás...
-¿Eras anoréxica? -sonrió, como si hubiera ganado algo con decir eso. Era Shanon, la mítica "guapa" que hay en todos los institutos. Shanon, hasta su nombre es repulsivo y mítico.
Quedé paralizada, sin saber que responder.
-Bueno -dijo Kat notando mi cara de tristeza- es mejor dejarla un poco por hoy, está cansada.
Me cogió del brazo y fuimos juntas hasta el lavabo de chicas.
-Oye -dijo mirándome a la cara, yo la agaché un poco. Tenía ganas de llorar, esa víbora acababa de meter el dedo en la yaga. Me había hecho daño -no hagas caso a esa estúpida. Simplemente, no soporta no ser ella el centro de atención.
-Pero, ¿cómo sabía eso? -pregunté.
-Se te veía mucho, Melanie. Cuando empezó el curso tu cuerpo era como el esqueleto de biología, ¿sabes? Pero ya no estás así, ahora estás fenomenal. Así que, que no te afecte. ¿Vale?
Asentí, cada vez se hacía más difícil contener las lágrimas. Me venía todo a la cabeza; tristeza, ruptura, insultos, comida, hambre, kilos, grasas, calorías, All... Kat me abrazó.
-Lo siento.
-¿Qué sientes? -me preguntó.
-Parece estúpido que me ponga a llorar por algo así, pero... -me disculpé.
-Lo raro sería que no lo hicieras, es un tema muy delicado -me sonrió- no te preocupes.
Volvió a abrazarme. Me limpié un poco la cara con papel higiénico, mientras ella me hablaba de cualquier tontería y así mantenerme distraída.
De allí, no pudimos salir en todo el descanso. Después en clase seguí igual que antes, pero no pasaba nada.
Continuará...