Malec (One Shots)

15★(AU)

Alec se encontraba de camino al instituto, se le estaba haciendo tarde por estar esperando a Izzy para que tuviera su "rutina de arreglo", junto con su hermano Jace que si no estaba más que perfecto, no salía del baño. Fácilmente, él se colocaba una ramera negra, una chaqueta, un pantalón negro y sus botas, ya con eso él estaba perfecto. Llegaba 30 minutos tarde, y eso, que se levantó más temprano de lo normal, pero encontró a Izzy en el baño.

Jace conducía el auto, mientras que Izzy terminaba de maquillarse.

- Jace, ¿podrías ir más rápido? Es el primer día.

- No hay que desesperarse Alec, estamos a tiempo, es tu madre la directora.

- Que sea nuestra madre no significa que no sea una demente directora amante de la puntualidad.

- Vamos Alec, eres muy dramático -dijo Isabelle.

Ya habían perdido la primera hora de clase, cuando entraron al salon del clase, tuvieron la suerte de que el maestro no se encontraba, o tendrían problemas y una falta por tardanza.

Alec se sentó en el último pupitre, a diferencia de sus hermanos -que eran los más populares del lugar- el era un bicho raro que se encontraba oculto entre las sombras, no le gustaba llamar la atención de los demás. El maestro entró y empezó la clase, después de unos 15 minutos, alguien entró en a la clase.

- Disculpe -dijo el chico- ¿éste es el salon 277?

- Si -respondió el maestro- pasa y presentate, que sea rápido, por favor.

El chico entró, no era el típico chico que entraba y uno no se daba cuenta de su existencia, era más un chico que entraba y pareciera que fue una fiesta y la fiesta vino con él.

- Soy Magnus Bane -el chico empezó a presentarse, parecía un carnaval, literalmente. Tenía pantalones amarillo brillante, una camisa morada con perlas incrustadas, maquillaje en la cara, mucha purpurina en el cabello y las uñas pintadas de un color que no logré distinguir- vengo de la escuela Ridgweell High, y la verdad, no es que me interese mucho hacer amigos, pero en un par de días, todos hablarán de mi.

Las chicas empezaron a susurrar, en especial Camille Belcourt, ya tenía una nueva presa. Mientras que los chicos lo miraban más con odio que otra cosa. El maestro le dijo que se sentará, y para la suerte, le dijo que se sentará en el puesto vacío que estaba junto a Alec.

La mala suerte perseguía al pelinegro, esa fiesta andante se sentó algo del chico. Alec tuvo el momento de apreciar al moreno mejor, se dio cuenta que ese chico era hermoso, tenía lindos rasgos faciales y su cabello -a parte de estar lleno de purpurina- estaba bien peinado, lo que hacia que el chico lo viera mejor.

Por otro lado, el moreno intentaba verse firme y seguro, pero ya pensaba que ese pelinegro lo iba a violar con la mirada. No le molestaba, porque por alguna extraña razón, el chico le llamaba la atención. Los minutos pasaban, y Magnus creía que el chico le había visto el alma ya, así que sacó un papel y decidió mandarle un mensaje.

∆Oye chico lindo, si quieres violarme con la mirada, deberías avisarme primero, así me pondría algo más sexy∆ M.

Magnus le pasó el papel al pelinegro, después de leerlo, el ojiazul empezó una competencia a ver quien era más rojo, si él o un tomate. Decidió responderle.