Malec (One Shots)

23★ (AU)

--- ¡No quiero volver a verte, Alec! ---gritaba Magnus mientras salía del lugar.

--- Dejame explicarte las cosas, cariño ---intentó acercarse, pero Magnus se alejó, estaba demasiado molesto y dolido que podría golpear a ese chico--- no te alejes, dejame explicarte.

--- ¡No quiero oírte, Alec! ¡Dejame solo, no quiero volver a verte! ¡Hazme el favor y alejate de mi vida! ---el pelinegro lloraba, pero a Magnus no le importó, estaba cegado por el enojo--- ¡Te odio!

Corrió fuera de la casa, no porque estuviera huyendo de la tristeza, ya que le ganaba más el enojo y la traición, corrió porque un desesperado ojiazul le seguía el paso. Llegó a casa y tiró de la puerta, Alec lo llamaba afuera, pero Magnus no se inmutó, ¿por qué no se iba mejor con Lydia y lo dejaba en paz?

--- ¡Dejame explicarte las cosas! ¡Lo siento! ---el pelinegro intentaba con todas sus fuerzas hacer que Magnus por lo menos lo escuchara, pero no se iba a dejar manipular por Alec.

La lluvia empezó, y al moreno no le importó, solo se encerró en su habitación dejando al ojiazul allá afuera empapándose. Después de unas horas, Alec terminó yéndose a su casa, caminó con la cabeza baja y pocos ánimos. No le importó en lo más mínimo la lluvia que caía, tampoco le importó si se enfermaba y moría de una neumonía, se merecía todo eso.

Llegó a casa, y a penas se preocupó en cambiarse de ropa, se quitó la ropa y agarró una bata. Se tiró en la cama a llorar a lágrima viva, se odiaba por todo lo que había hecho. Entendía el onojo y el odio de Magnus, pero dolía el doble solo haberlo escucharlo decirle «Te odio», se merecía todo eso. Después de un par de horas de llorar, se quedó dormido.

Al día siguiente se despertó odiándose un poco más que el día anterior ---si eso era posible---. Agarró su teléfono e intentó contactar con Magnus, el pelinegro sabía que no le contestaría, pero no perdía nada con intentarlo, así se pasó todo el día, entre mensajes y llamadas. Ni una fue respondida.

Por otro lado, Magnus estaba quejándose por todo lo que había pasado, mientras que Simon como buen amigo que era, lo estaba escuchando, más procurando que nl hiciera ninguna locura.

--- Magnus debes calmarte.

--- ¡¿Qué me calme?! ---gritó furioso, luego se dio cuenta de lo que hizo después de ver el rostro de Simon--- perdona, no quería gritar.

--- Entiendo tu enojo, pero debes calmarte, recuerda que a tu edad las canas no son para nada lindas, no tienes el dinero suficiente para comprar purpurina para cubrirlas ---el moreno rió--- ¡Te hice reír! Mil puntos para Simon.

--- No estamos en Hogwarts.

--- ¿A quién le importa? Dumbledore le daba puntos a Harry hasta por respirar.

--- No se si reír o preocuparme por tu estado.

--- Dejame ser un nerd en todo el sentido de la palabra, digo, conquisté a tu mejor amigo.

--- Todavía no sé como pudiste con Raphael, tremenda suerte.

--- Lo se, soy genial. Volviendo al tema, ¿qué harás con Alec?

--- No haré nada, lo dejaré con su Lydia, que viva feliz con ella. No quiero volver a verlo.

--- ¿A penas escuchaste sus excusas? ---Magnus negó--- tal vez deberías escucharlo, nadie en la vida es perfecto, un error lo comete cualquiera. Y no, no estoy de acuerdo con lo que hizo Alec, pero algo debió pasar. El chico te ama, te lo ha dicho mucho. Se equivocó, pero dale la oportunidad de explicar.

--- No lo sé, dolió la traición y no se si quiero perdonarlo.

--- Piensalo, recuerda que ambos sufren. El teléfono no ha dejado de sonar, lo debe pasar mal, al igual que tú.