19★ (AU)

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Bueno, en este capítulo algunas personalidades o cualidades de algunos personajes estarán cambiadas (como Izzy cocinando a la perfección) y también tendrá un poco de Saphael.

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Alec y Jace trabajaban en el mismo hotel, el pelinegro había aceptado trabajar junto al rubio para ganar más dinero y darle la mitad a Ajec para un viaje para Clary donde le prometería matrimonio. Ambos trabajaban como sirvientes en las habitaciones y los fines de semana como meceros.

El pelinegro se encontraba en el mostrador, observando a un moreno que pasaba por ahí todos los días a desayunar —sin contar las cenas que tenía con su padre—. Jace estaba a punto de tomar un sartén y golpearlo.

— Alec tienes que hablarle a ese chico —dijo Jace agarrando las cosas para la próxima mesa— y no el típico diálogo de «¿Cuál es su orden?», tienes que hablar con él o voy a golpearte.

— ¡Jace! —lo llamó Izzy— debo cocinar y necesito el sartén, puedes matarlo después. Y Alec, habla con el muchacho o te quedarás solo.

— Nada te cuesta, lo haz acosado tanto que ya sabes mucho sobre él —le la un pequeño golpe— y nunca escuché tus agradecimientos. Te di mi puesto para que entres en su habitación y seas tu quien pida sus órdenes.

— Gracias Jace, por eso eres mi mejor amigo —lo abrazó— pero no puedo ir y solo decir «Hola Magnus, te he observado desde el primer momento que entraste, sé todo sobre ti y quisiera que nos casemos».

— ¡Exacto! ¿Tanto te cuesta? —lo iba a matar— y si sale mal solo haz como Taylor Swift, tiene encuentros muy patéticos y vergonzosos con sus amores y escribe una canción sobre eso, tiene éxito y gana mucho dinero.

— Te mataría, pero necesito padrino de bodas.

Ambos chicos estaban tan concentrados que no se percataron que el moreno estaba en frente de ellos.

— No era mi intención escuchar, pero escuché lo último, me disculpo con antelación, pero quería preguntar —le dedicó una sonrisa al pelinegro— ¿quién sería la afortunada en la boda?

— ¿Afortunada? Yo... amm... sigo soltero... así que... no... no hay nadie a la vista.

— Y este chico prefiere a los hombres, señor —mencionó Jace— quién sabe, hasta usted podría ocupar ese puesto, señor —si Magnus sobrevivía a esto, no solo se quedaría si padrino para la boda, sino que también sin mejor amigo.

— Si yo fuera el indicado, Me sentiría afortunada de hacerlo feliz, caballero —Magnus le dedicó una sonrisa, prosiguió a agarrar su mano y depositar un pequeño beso— espero poder conocerlo para ser el indicado, como dice su amigo. Tengan buen día.

— Si, me gustaría —Alec odiaba en esos momentos ser un chico blanco, estaba sonrojado y su tes blanca dolo empeoraba las cosas— digo... usted también tenga buen día, señor.

— Nada de usted, me hace sentir viejo, a penas tengo 22. Con Magnus estará bien.

— Si, cla... claro, ten buen día, Magnus.

El moreno salió de la cafetería, dejando a Alec a punto de explotar, mientras que Jace reía por detrás.

— Voy a matarte.

— La venganza es dulce, hiciste lo mismo con Clary cuando la conocí. Me hiciste pasar tremenda vergüenza.

— Pero terminaron juntos, ¿o no? Mira, ahí viene.

Malec (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora