18★ (AU)

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Alec tenía 6 meses saliendo con Magnus, sus padres no querían verlo ni en pintura, ellos pensaban que solo eran amigos que hablaban una vez cada cierto día que ellos ordenaron. Alec siempre obedecía a sus padres, sus hermanos le habían reclamado eso, que debía liberarse un poco y enfrentarse a sus padres, como ellos lo habían hecho en algún momento. Pero él era el buen ejemplo a seguir.

Los padres de Alec le dieron órdenes para que hablara con el tal Magnus Bane, creían que ese chico era un mal ejemplo para su muy educado hijo. Lo que hacía Alec era escaparse. Cualquier salida divertida -también peligrosa y ridícula-, sería la salida por donde Magnus sacaría a Alec de su prisión.

- Acaba de llegar tu príncipe con purpurina.

- Baja la voz, o mis padres colgarán nuestras cabezas en algún árbol.

- Pues si voy a morir decapitado, espero y sea con el hombre que amo.

Las mejillas de Alec se tornaron de un color rojo intenso, Magnus siempre salía con uno de esos comentarios o cumplidos.

- Esta vez no te sacaré de una manera salvaje y arriesgada, saldremos por la ventana a una cita bajo la Luna.

- Magnus, estamos en un tercer piso, ¿dónde no está lo salvaje de esto?

- Pues me voy solo y me aseguro de dejar que un ojiazul pase la noche más aburrida de su vida.

- Este ojiazul no será, a divertirnos.

- Me encanta ser un ejemplo a seguir y ofrecerte un poco de rebeldía.

Magnus ayudó a Alec a salir por la ventana, como el pelinegro no era tan atlético, le costó mucho más bajar, mientras que el moreno se lucía mientras bajaba, presumiendo que si era atlético por encima de su novio.

Magnus lo llevó por la ciudad, conversaban y se reían, platicando de como era su día y que habían hecho. Llegaron al lugar de la cita y el moreno consintió al pelinegro en todo lo que pudo, tenían una relación de verse solo por las noches -y a escondidas-, pero Magnus haría lo que fuera y aguantar a los padres de Alec con tal de estar a su lado aunque sea unas pocas horas.

El amanecer se acercaba, Magnus agradecía que al día siguiente Alec no tuviera clases, así no estaría tan cansado para levantarse. Antes de irse, Magnus estuvo a darle un beso a Alec.

- Gracias por esta noche Magnus, de verdad lo necesitaba

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- Gracias por esta noche Magnus, de verdad lo necesitaba.

- Pudiste dar las gracias después del beso Alec, eso es muy cruel.

- Podría, pero amor, no sería divertido -decidió besarlo en los labios- es más divertido besarte yo.

Magnus sonrió y llevó a Alec a su casa. Lo ayudó a subir hacia la ventana, con mucho cuidado y silencio para que sus padres no se levantaran antes de tiempo.

Malec (One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora