Me acosté a dormir temprano, estaba en serio muy agotado. Pero me terminé durmiendo a las 02:00 a.m. como de costumbre.
Me levanté, y como casi siempre hacía, vi el celular.
Eran las 07:00, el despertador no me había sonado. Iba a llegar tarde si no me apuraba. Me vestí, y comencé a caminar hacía la escuela. Mejor dicho, a correr hacía la escuela. Solo llevaba una carpeta, y nada más.
Ya había tocado el timbre de entrada cuando llegue y el único pensamiento que tuve fue: “Al menos hoy no me toparé con Paul”. Claro me había olvidado que él iba conmigo al curso, ¿no?
Entré y el profesor ya estaba explicando tema nuevo.
-Disculpe, se me hizo tarde. -dije agitado por la corrida.
Solo se limitó a poner cara de reproche, pero no me dijo nada así que me fui a sentar.
Me sentaba en el último banco de la segunda fila y Paul en el primero. Cuando pasé frente a él para ir hacia mi asiento, puso su pie, haciéndome tropezar y caer bruscamente al suelo. Todos se rieron. Me levanté rápido y tomé mi lugar, dedicándole una mirada a Paul, pero sin decir ni hacer nada. Al fin y al cabo, ¿qué más podía hacer?
-¿Estás bien? -preguntó la chica nueva; ya me había olvidado su nombre.
-Sí… estoy bien. -dije en un tono casi imperceptible.
-¿Te tropezaste solo? -preguntó mirándome fijo.
Podría haber dicho que la culpa era de Paul, podría haberme hecho la víctima, y podría haber quedado un poco mejor. ¿Pero saben qué? Paul ya me odiaba, ya me pegaba, ya me humillaba, y yo nunca le había hecho nada (casi nada). Imagínense que haría si yo lo culpaba.
-Sí, me caí. -dije cortante.
Tocó el timbre y salí al recreo, pensaba ir a la biblioteca a buscar algunos libros nuevos aunque ya casi me había leído todos.
La verdad es que fue un día largo pero al menos, a la salida, podría ir a mi casa a dormir y no a la clínica con Jennifer.
Por mí estaba bien.
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De eso se trata.
Teen FictionJosh tiene 16 años. Su madre muerta y un padre que no conoce. Tiene que empezar las clases con Paul, su acosador. Y su único amigo es Sam, su perro. 16 años, tanto dolor, tanto sufrimiento... tanta mierda. Pero bueno de eso se trata la vida, ¿no?