Llegué a casa, estaba en serio muy cansado así que me fui a jugar un videojuego con Max y Sam. Era divertido jugar de a dos en vez de solo, como hacía casi siempre. Aunque no lo pude disfrutar mucho tiempo ya que Anna llegó enseguida.
Max en serio amaba a Anna, era imposible no darse cuenta. Se notaba a kilómetros que él la adoraba. Espero que sigan mucho tiempo juntos y espero que ella se dé cuenta de cuanto Max la ama, aunque estando ciego podrías notarlo.
Al darme cuenta que estaba de sobra en esa habitación decidí salir a pasear a Sam por el barrio. Como siempre, él me llevaba a mí.
Me había llevado a un lugar que no conocía. Era un barrio alegre y pacífico, ideal para vivir.
Me encontré con Melanie. Estaba en el patio de lo que suponía era su casa. Ella me caía bien.
Cuando me vio, me saludó. Así que me acerqué a hablarle; su padre también se presentó. Básicamente esta sería una breve descripción de él: Canoso, ojos verdes y más alto que un poste.
Me quedé hablando con ella un rato afuera.
-Mi amor, hace pasar a tu amiguito a casa que hace mucho frío afuera. -gritó una señora, al parecer su madre, desde una ventana.
Melanie puso los ojos en blanco y me ofreció entrar. En realidad no me molestaría pasar, pero me dio vergüenza así que le dije que tenía que llegar a mi casa.
-¿Seguro no quieres tomar algo?
-No, gracias.
-Bueno, nos vemos Josh.
-Nos vemos Meli. -dije mientras la saludaba con un beso en el cachete.
Seguimos caminando un poco con Sam y luego de un par de horas, volvimos a casa.
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De eso se trata.
Ficção AdolescenteJosh tiene 16 años. Su madre muerta y un padre que no conoce. Tiene que empezar las clases con Paul, su acosador. Y su único amigo es Sam, su perro. 16 años, tanto dolor, tanto sufrimiento... tanta mierda. Pero bueno de eso se trata la vida, ¿no?