Capítulo 14

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   Comencé a caminar de regreso a mi casa. Siempre tardaba entre media o una hora en llegar, depende mi estado de ánimo.
   Me tranquilizaba caminar pero esta vez sentí algo raro, algo peligroso.
   -Oh, Josh. –escuché decir detrás de mí.
No me di vuelta. Seguí caminando, mucho más rápido y con mucho más miedo.
-Josh. –sentí como Paul me susurraba al oído mientras me apretaba del brazo.
Traté de liberarme pero en serio era muy fuerte. Él comenzó a jugar conmigo.
-¿Qué se siente estar en el curso conmigo? –preguntó molestándome aunque esperaba una respuesta.
   -Una verdadera mierda. –contesté.
Paul atizó un puñetazo en mi ojo izquierdo y luego, bruscamente, me empujó haciéndome caer al suelo. Comenzó a patearme pero yo no me resistí, simplemente me quedé allí, inmóvil.
Él dejó de hacerlo cuando se dio cuenta que se estaba excediendo y sin dirigirme la palabra, siguió caminando por dónde venía.
   -¿Por qué me haces esto? –sollocé.
-Porque eres tú. –respondió delirante sin dejar de caminar.
Me dolían las costillas, y sentía como mi ojo empezaba a hincharse. Sabía que lo tenía muy rojo y que posiblemente mañana seguiría así. Me quedé en el suelo, en posición fetal. No quería levantarme, sólo quería que Sam viniera y me llevara. Sentí que alguien me estaba mirando, así que me enderecé.
Una mano me tocó el hombro y me volteé rápidamente. La chica nueva estaba allí, preocupada.
-Oye, ¿qué te pasó? –preguntó ella empática.
-Nada, estoy bien. –dije incorporándome.
-¿Te… te golpearon? –preguntó cómo dudando.
-No, solo me… caí. –dije ya caminando devuelta para mi casa, sin siquiera agradecerle por preguntar.
Ella se quedó un rato allí, sabiendo que mentía pero sin decir nada.

De eso se trata.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora