¡El amor no existe!

Vecinos nuevos.

-Jordan's point of view-

Llegando a casa miré a 2 casas al lado. "¿Un camión de mudanzas?".

Primero compañero nuevo y ahora vecinos nuevos, con que no sea Daniel y su familia, todo bien.

-Llegué -grité y vi a Rosa salir de la cocina.

-Buenas tardes, jóven Jordan -sonrió- ¿tiene hambre? ahorita le traigo su comida.

-Sí, por favor -le sonreí agradecida, dejé mi mochila en la entrada y me senté en el pequeño taburete encendiendo la televisión.

En lo que hacía zapping Rosa me trajo mi plato de comida.

-¡HOLAAAAA! -gritó en mi oído dejándome prácticamente sorda.

-¿¡QUÉ MIERDA TE PASA!? -grité asustada, estuve a punto de mearme encima, tapé mi cara con ambas manos.

-Grosera... -susurró procurando que no la escuchara, pero lo hice.

-¿Qué quieres Chris? -dije fastidiada a mi hermana.

-Nada, solo quería saludar a mi hermana. ¿Cómo te fue en la escuela?

-Directo al grano, imbécila -recordé el apodo que nos pusimos un día pero que mamá dijo que si volvíamos a decirnos así, nos mata.

-Hay nuevos vecinos, según esto tienen 2 hijos y la hija es de mi edad.

-¿Y qué quieres que haga? ¿te aplaudo? ¿te hago una fiesta? -dije burlona.

-No -me fulminó con la mirada- quiero que me acompañes, ya sabes que mamá no me deja salir a menos que esté acompañada.

-Está bien, como sea-bufé

Brincó y chilló subiendo las escaleras, reí por su inmadurez.

"-Tu haces lo mismo." -Me recriminó una voz en mi cabeza.

No le presté atención y apagué la televisión caminando lentamente hacia mi cuarto.

Recorrí con la mirada la habitación en busca de mis audífonos, al no encontrarlos tuve que agacharme para mirar debajo de la cama y, sí, efectivamente estaban ahí. Abrí el armario y saque mi camiseta gris de botones y un pantalón negro, me coloqué mis convers negras y bajé encontrándome con mi mamá.

-Hola -dijo dejándo su bolsa en el perchero- ¿a dónde vas?

-No sé si no te has dado cuenta pero hay vecinos nuevos y tú hija -remarqué el "tú"- quiere ir a saludar y a ver si consigue una amiga nueva.

-Mmh, está bien, iré a comprar el mandado ¿quieres algo en espec..

-¡Mantequilla de maní y jalea! -casi grité sonriendo- y pan, uno grande, por favor -Hice ojitos a lo que ella rió.

-Está bien -negó con la cabeza y fue a la cocina

-Estoy lista -gritó detrás mío y pegué un brinco.

-¡Deja de hacer eso! -gruñí.

Ignorandome -como toda la vida- salió y caminó a mi lado jugando con sus dedos.

Al llegar a la casa donde antes vivían "los vampiros" como los llamábamos, casi nadie los conocía y era raro en estas residenciales, casi nunca salían y su casa era oscura y de colores negros -a lo que ahora es verde limón-, toqué la puerta.

-¡Voy! -gritaron detrás de la puerta y al instante me tensé.

"No puede ser" susurré.

Abrieron dejándome ver su hermoso rostro.

-¿Jordan?