¡El amor no existe!

"Dale una oportunidad..."

-A ver si lo entiendo, dicen que he estado en coma, por así decirlo, 2 semanas y todo lo que he pasado en todo este tiempo, que por cierto fue una vida entera de 17 años, ha sido mentira y que tengo una enfermedad rara en el corazón, ¿cierto? -repetí por milésima vez.

-Sí, cielo. -me miró cansado pero con dulzura.

-Ya te dije que no me digas ningún jodido apodo cariñosito, Wade. -gruñí como lo hice todas las veces que intentó hablarme bonito, abrazarme e incluso besarme. Ew.

Suspiró cansado. Continué hablando.

-Tú aquí eres mi novio, -lo señalé para dirigir mi dedo índice hacia Mario- ¿tú mi amigo gay? ¿enserio, Mario?

-Antes me amabas y te volvías loca de tener un hermoso amigo homosexual como lo soy yo. -habló orgullosamente con su ego de gay.

-¿Y tú que tienes que ver aquí? -le dije a Yair.

-Soy tu ex-novio al cual botaste por este par de estúpidos. -se cruzó de brazos- Y aún me importas.

-Okay. –murmuré confundida.

-Y a ver si entendimos nosotros. –se cruzó de brazos mi supuesto novio- ¿Mario y yo morimos antes de que despertaras?

-Mario había muerto porque su avión se accidentó o algo así, tú estabas con mi hermana y tu casa había explotado.

-¿Y yo? ¿estuve en tu… sueño?

-Sí, pero jamás te volví a ver después de los pasados 10 años, hasta que tu hermana volvió y me dijo que tu también. –tomé del café con leche que me habían traído- ¿Y qué es aquí? ¿cómo soy?

-Eras linda, tierna y dulce. –se sentó a mi lado- La novia más hermosa del mundo.

Yair bufó y Mario comenzó a reír.

-También eres una pequeña molestia graciosa. –siguió riendo.

-¿Tierna? ¿linda? ¿dulce? –pregunté irónica- Já.

-Es enserio, no lo entiendo. Hace 2 semanas me apapachabas, me mimabas y todo y ahora me quieres matar con la mirada.

-En mis sueños no te quería ni como amigo. –gruñí.

-Pues en la vida real, ME AMAS. -gritó frustrado y se retiró de la sala.

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Ha pasado una semana desde que salí del "coma", he descubierto distintas cosas, como por ejemplo, mis padres no están separados y mi hermana no se llamaba Christina, su nombre es Leila, en veces me confundo y la llamo Christi y ella se enfada conmigo.

Llevaba puesto una camiseta negra con letras en rojo que decían "The love doesn't exist". Me coloqué un leggin negro y mis converse rojos.

¿Otra cosa que descubrí? No estaba en la patética escuela a la que iba en mis sueños, ahora estudiaba en un colegio muy lindo y grande donde no llevabas un asqueroso uniforme.

Caminé por los pasillos intentando buscar a mis dos mejores amigas, Kyle y Kate.

Miré sus rubias melenas de espaldas frente a los casilleros, corrí hacia ellas abrazándolas. Me retiraron al instante.

-¿Qué te sucede? -me miró con odio.

-¿Qué piensas que eres para tocarnos, estúpida? -las miré atónitas.

-¿Qué les sucede a ustedes?

-Mira, si piensas que eres popular por el simple hecho de casi morir, estás equivocada.

-No eres quien para hablarnos, pequeña basura. -sonrió cínica.

Las golpeé en la cabeza molesta, ¿a estas que les pasaba?

Me miraron con furia y estuvieron a punto de golpearme, pero un brazo las detuvo.

-Wow, wow. Esperen, rubias. -su voz interrumpió el denso aire creado a nuestro alrededor.

-Dani, ella nos golpeó. Es un niño brusco y tosco. -fingieron tomando el brazo de Daniel- No sabemos como puedes estar saliendo con un niño.

Mi cara debía tener un gran signo de interrogación pintado en el centro de mi cara en colores fosforescentes.

-Jordan, ven. -me jaló de un brazo lejos de ellas, me fulminaron con la mirada y volvieron a lo suyo.

Llegamos al patio trasero y tomó mi cara con sus manos. Mis ojos escocían, quería llorar, no lo entendía. En esta vida soy muy débil.

-¿Estás bien, Corazón? -buscaba mi mirada que se encontraba perdida en un punto del recien cortado pasto.

-Deja las estúpidas cursilerías. -murmuré en un hilo de voz.

Me tomó entre sus brazos dándome un cálido abrazo que no logré rechazar.

-¿Por qué te acercaste a ellas? -murmuró bajito en mi oído.

-Son mis mejores amigas. -sorbí los mocos, limpié mis mejillas- Oh bien, lo eran.

-No sé que haya pasado en tu sueño, pero todo está al revés aquí, Jordan. -acarició mi cabello y el timbre que anunciaba el inicio de clases resonó por todo el colegio- ¿Qué es lo que te toca?

Susurré un leve "biología", suspiró y me soltó, limpió mis ojos y me llevó de la mano a mi salón de clases.

Entrando todos nos miraron, me sentí incómoda y me escondí detrás de él. El profesor no había llegado, nos sentamos en los últimos asientos y Daniel me abrazó por los hombros.

-Te quiero. -susurró en mi oído haciéndome estremecer.

No le contesté y el suspiró, el profesor entró mirando todo el salón. Sus ojos llegaron a mi y sonrió.

-Jordan, que sorpresa. -todos volvieron a mirárme- Me alegro que hayas vuelto sana y salva.

-Gracias, profesor. -sonreí incómoda y se dispuso a dar la clase.

-No le digas profesor, dice que es muy formal, prefiere que lo llamemos por su nombre, Richard. -volvió a susurrar en mi oído.

-Está bien, pero ya no hagas eso.

-¿Hacer qué? -lo hizo de nuevo, me estremecí y el lo noto.

-Eso, es... exasperante. -él sonrió arrogante y comenzó a escribir lo que estaba en el pizzarón, lo imité.

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Daniel, Mario y yo nos encontrábamos debajo de un gran árbol que se encontraba alejado del alboroto de todos en receso.

Comía un sándwich especial y Mario me robaba papas. Daniel se encargaba de contar chistes malos mientras llevaba la boca llena de comida asquerosamente.

Estábamos riendo sin control, la campana volvió a sonar. Respiramos con dificultad de lo agitados que estábamos y nos dirigimos a nuestras clases.

Mario tomó mi brazo y se acercó a mi oído.

-Ha esperado mucho por ti y no sabes como se preocupó cuando caíste en coma. El luchó con todo lo que tenía por lograr conquistarte, es mi amigo también y vi como sufrió por ti. Dale una oportunidad.

Sonrió y me señaló a Daniel con la cabeza quien iba corriendo a tirar la basura al cesto.

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Lo siento por la haber perdido el ritmo subiendo capítulos, lo siento.

Mi cabeza estaba vacía y no lograba inspirarla(?).

Este capítulo lo tenía hecho hasta la mitad pero no me convencía, le agregué cosas y sigue sin convencerme.

En fin, recuperaré el ritmo, tengo buenas ídeas, tengo un capítulo ya hecho pero este ocurre 2 capítulos después, así que espérenlos.

-Ilr.