-Jordan's point of view-
Okay, lo admito, Daniel no es tan castroso y es muy poco, sólo poquito divertido.
Estabamos en el sofá mirando un partido de Michael Jordan, comiendo sabritas cuando sonó mi teléfono, me chupé los dedos y contesté.
-¿Mmh? -contesté con la boca llena de cheetos.
-Jordan, soy Mario -tragué y sonreí al instante.
-¡Holaa! -contesté alegre y Daniel con señas me preguntaba quien era.
-Uh, está alegre la chica -articulé "Mario" sin emitir sonido alguno- ¿qué estás haciendo? estoy aburrido, ¿no quieres venir a jugar un rato?
-Uhh, pues miramos un partido de mi prógimo -reí.
-¿Miramos? ¿con quién estás? -respondió incredulo.
-Pequeño grano en el culo al asecho -gritó Daniel.
-No -alargó la o sorprendido- ¿está en tu casa? no jodas.
-Oh sí, mi nuevo amigo castroso. -reí al ver el pequeño baile de victoria de don PGC.
-Bueno, como ya no me necesitas -similó sollozar- me voy.
-¡No seas imbécil! -respondí "enojada"- el es mi nuevo amigo castroso, tu eres mi mejor amigo -pausé- gay.
-Ay, gracias amigui -hizo una voz muy aguda provocando mi risa.
-¿No quieres venir? Nos estamos divirtiendo -habló Daniel.
-Esta bien, ¡no se acaben las frituras sin mi! -gritó y colgó.
~~~~~~~
Desperté con ganas de ir a tirar un rato.
Jugar me hace olvidarme de las cosas y así no descargo mi rabia en alguna otra cosa, es como mi relajante.
Me deshice de mi pijama, abrí el último cajón de mi cómoda, saqué un short negro suelto hasta las rodillas y una camiseta roja de manga corta que tenía el número 23, me lo coloqué y me puse mis lindos "Jordan" negros con lineas rojas.
Si lo sé, es gracioso que tu ídolo se llame como tu y haya una marca mundialmente conocida con tu nombre.
Me dirigí a la cocina, tomé un bol, el cereal y la leche y me senté a desayunar lentamente.
-Hola Jordan -habló mi madre soñolienta tallándose los ojos y tomando un bol.
-Hola mamá -contesté con la boca llena, hizo una mueca de asco y se sentó a desayunar- voy a ir al parque a tirar un poco, ¿puedo?
-Claro, llega antes de la comida -me apuntó con su cuchara- y si te vas a otro lado me avisas.
-Sip -marcando la P, coloqué el bol en el , me despedí de mi madre con un beso en la mejilla, tomé mi balón y me dirigí rumbo al parque.
-Hey, Jordan. -gritaron a lo lejos, agarré mi balón y lo boté.
-Hey.
-¿Cómo andas? ¿ya te recuperaste? -mencionó haciéndome recordar mi lesión.
-Oh sí, mucho mejor, ¿qué haces por aquí Alicia? -era inusual verla por estos rumbos.
-Oh, ahora vivo por aquí y me la paso jugando aquí. -dijo tirando a la canasta, una de tres limpia.
-Oh, que gen...
-Hey inútiles. -Oh no, esa voz de pito.
-¿Qué quieres Jefferson? -mi voz reflejaba mi irritación.
-Nada, nada inútiles. -se miró las uñas- simplemente pasaba por aquí y las vi y... ¿qué tal un partidito? -su estúpida amiga rió y ambas la chocaron.
-No tengo a mi equipo -señalé a Alicia, quien era la única que me acompañaba.
-Hablales, que vengan ó -pausó- ¿te defraudarán como aquella vez? -sonrió burlona, hija de puta.
Saqué mi teléfono y mande un mensaje a mi pequeño grupo e inmediatamente obtuve una respuesta.
-Va, si quieres perder, va. -tomé mi balón y encesté, esperando por mi equipo.
-Espera -puso su mano en mi pecho, hice una mueca de desagrado y la quité de un manotazo- hagamos esto más interesante.
Sonrió perversamente, sabía a lo que se refería.
-¿Quieres perder algo más aparte de tu dignidad? -dije burlona por la última vez que perdió.
-No -dijo fría- que tal... si tu ganas -apuntó de mi a su celular- mi hermoso iPhone por tu cacharro asqueroso.
Okay, mi lindo Samsung no era un cacharro, me ha durado mucho.
-Y si tu por alguna casualidad llegas a ganar, ¿qué? -me crucé de brazos.
-Dejas para siempre a tu hermoso y sexy moreno. -sonrió.
No iba a perder, lo sabía -Hecho.
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Mucha gente estaba poniendose alrededor, íbamos 4 puntos abajo y nuestra única oportunidad era un tiro de 3 y una canasta o 2 canastas y faul y cuenta. Estaba exasperada, no iba a perder esto, no lo haría.
No dejaría a Mario por una estúpida apuesta.
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¡El amor no existe!
RomanceElla no creía en el amor, el pensaba que era una de las cosas más maravillosas y dolorosas del mundo, ¿podrá él cambiar de parecer o... ella aprenderá lo que es el amor de verdad?