¡El amor no existe!

"No tienes derecho a llamarlo imbécil, imbécil..."

Cambiaré la manera en la que cambio de personaje.

Daniel.

Jordan y yo llegamos tomados de la mano al salón de matemáticas, había estado sonriendo tanto toda aquella hora y media que ahora me duelen las mejillas.
Nos sentamos en una mesa atrás a la esquina. Jordan se sentó contra la pared y yo de el lado del pasillo.
Llegó el irritante maestro murmurando un "buenos días" amargamente. Tiró su portafolio en el escritorio y sacó un plumón de este para comenzar a escribir en chino en el pizarrón.
Jordan se inclinó hacia mi apoyándose en mi hombro, sentí mi pecho contraerse agradablemente y sonreí feliz; pero se alejó rápidamente y volvió a escribir en su cuaderno.
"Estúpido." se burló mi propia mente de mi.

Jordan.

Me sentía de un increíble buen humor, que nadie podría echarlo a perder.
"El tema de hoy es..."
Olvídenlo, ya lo hicieron.
Comencé a escribir lo realmente interesante que el querido profesor Halls ponía en el pizarrón, nótese mi sarcasmo, pero no alcancé a mirar una parte de esta ya que estaba justo hasta la última fila. Me recliné un poco, acostándo mi cabeza en el hombro de Daniel, escuché como suspiró y me volví a mi lugar escribiendo lo que alcancé a notar y así repitiéndolo un par de veces.
-¿Me lo pasas después? -habló soltando su lápiz.
-Que flojo eres. -murmuré escribiendo mirándolo de reojo- Reprobarás porque yo no te lo pasaré.
Reímos y una bolita cayó en el regazo de Daniel, la abrió y miró dentro. Su ceño se frunció enojado y me pasó el pedazo de papel retomándo su antigua acción. Escribir.
"Hey, bella dama ¿quisiera usted ir a comer esta tarde a algún lugar especial?
Con amor, su caballero de brillante armadura; Alias Kevin ;)"
Miré en dirección a Kevin, me miraba sonriendo y me guiñó.
Daniel bufó y se escondió entre sus brazos sin dejar de escribir. Lo ignoré.
"Seguro, ¿a dónde me llevarás? Gggg." miré hacia el profesor y cuando se distrajo tiré a toda velocidad la bolita de papel cayendo justo en su banco. Me felicité internamente por tener aún mis habilidades.
El pedazo de papel voló por los aires esta vez aterrizando en la cabeza de mi acompañante, bufé de la risa y me miró enojado lanzándome bruscamente la pelotita.
"Sorprise, sorprise. :*"
-Escribe floja, o reprobarás porque yo no te lo pasaré. -repitió mis palabras.
Gruñí y seguí escribiendo.

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Caminé tranquilamente por los corredores de la escuela, había ido a la biblioteca de esta a tomar un libro para hacer una tarea. Mi espalda chocó contra la pared bruscamente y gemí de dolor.
-¿¡Qué mierda te pasa!? -murmuré enojada, joder, que me había dolido.
-Lo siento, princesa. -susurró en mi oído.
-Wade, ¿qué haces? -gruñí intentado zafarme de su agarre.
Levantó su cabeza de mi cuello y me miró fijamente a los ojos.
-No salgas con el. -susurró de nuevo tan bajo que casi no lo escucho.
-¿Qué?
-Por favor. Ven conmigo. -me miró suplicante, podía notar dolor en su expresión.
-Daniel yo...
-Por favor. -sus ojos se cristalizaron y sin razón alguna una parte de mi dolió por verlo así. Tan... vulnerable.
Suspiré y empleé toda mi fuerza en soltarme de el. Me miró dolido y lo abracé.
"Lo siento" susurré y lo solté yendo hacia la salida donde me esperaba un sonriente Kevin.

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No one's point of view.

¿Qué cambios da la vida, no? De no haber sido por esa fuerte pelea Jordan no hubiese caído en coma. Daniel no hubiese perdido a la persona que más ama en su vida después de sus padres.
Daniel se encontraba encerrado en su habitación oculto en la esquina más oscura de su habitación llorando "como una nena". No soportaba el hecho de que el amor de su vida estuviese en estos mismos momentos con el único chico que se ha propuesto a conquistarla enfrente de el.
Tomó el pedazo de papel que conservaba siempre con el y lo arrugó hasta hacerlo bolita. "Don't leave me...
I'm going to stay forever."
Se rió amargamente y tiró con furia la bola de papel a algún lugar de su habitación, se tomó el cabello con frustración y se lastimó.
"Patético. Volvemos al principio." Su mente comenzó a atormentarlo con los restos del pasado que aún lo seguían.
"Estúpido, nadie te quiere. Jordan te ha dejado." "No eres ni serás nadie en la vida." "¿Por qué no te mueres? Vamos, la tercera es la vencida."
-¡No! -gritó furioso- ¡cállate, estúpida voz!

"Jordan, Jordan, Jordan. ¿Qué no ves que la persona que realmente amas es Daniel? ¿qué haces en aquel restaurant con Kevin?" Agitó su cabeza apartando esos pensamientos. "Ella no sentía nada por Daniel mas que aprecio. Y Kevin es un gran chico, ¿por qué no estar con el?" volvió a pensar.
-Jordan. -tomó sus manos.
-¿Sí? -habló dulcemente.
-¿Tu y Daniel son novios? -suspiró nervioso.
-Uhm. -se metió un dedo a la boca mordiéndose la uña, una mala manía- Según lo que tengo entendido lo eramos.
-¿Según lo que tienes entendido? -repitió confuso.
-Oh verás. Tengo una extraña enfermedad y estuve en coma hace un mes y yo... viví toda una vida de 17 años cuando estuve ahí y no recordaba ni recuerdo muchas cosas de esta vida.
-¿Ese imbécil te hizo creer eso? -gruñó enojado.
Fruncí mi ceño molesta.
-No tienes derecho a llamarlo imbécil, imbécil.