¡El amor no existe!

Tú sufrirás las consecuencias.

-Oh sí que lo es -rió falsa y tomó el brazo de mi mejor amigo.
Al notar que el no se alejó mi angustia aumentó.
-No puedo creerlo Jordan, enserio -siguió serio, se deshizo del agarre de Clarisse, cruzó sus brazos y se puso en medio de las dos mirándonos, dudoso- ¡No puedo creerlo! ¿eso vale mi amistad? ¿¡uh!?
Me miró incrédulo, me sentía débil ante la gran mirada de superioridad de Clarisse.
-Le hubieras pedido, no sé, un carro, idiota, yo valgo oro. -rió burlón.
La sonrisa de Clarisse disminuyó hasta convertirse en una fina linea, frunció su ceño sin entender.
Sentí como todo el color volvía a su lugar, el nudo que estaba en mi garganta se fue deshaciendo poco a poco. Mario retomó su lugar a mi lado y apuntó hacia la muy desconcertada Clarisse.
-Vamos Clarisse, eras mejor que esto -rió- a la próxima busca a alguien más ingenuo.
Le guiño un ojo y con su brazo me dirigió a la salida. Riéndo y jugando llegamos a mi casa.
-Lo siento, Mario -dije apenada- yo aposté eso porque, sabes como soy de competitiva, además que sabía que le iba a ganar.
-Esta bien enana, yo sé que jamás cumplirías con tu palabra -me acarició la mejilla y reímos.
-Nos vemos mañana -le di un beso en la mejilla y abrí la puerta, volteé y Mario me tiró un beso, riéndo entré.
"Que día tan largo..."

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-Daniel's point of view-
Hoy es viernes, y hoy invitaré a Kyle a una cita. Sí, estamos en algo pero no sabría nombrarlo, desde aquel beso borrachos nos hicimos más y más cercanos.
Me siento extraño porque por un lado siento que Kyle me gusta pero por el otro siento rabia, sí, rabia. Mario y Jordan son muy cercanos, demasiado y esta molestia sale a flote, no entiendo, es como si quisiera matar a todo al que se le acercara a Jordan y claro, Mario está en el número 1 de mi lista, aunque sea mi amigo.
Pero seguiré con Kyle, sé que no es normal pero si sigo con Kyle podré librarme de eso.
-¡Hey, Wade! -gritó esa voz tan ya conocida para mi.
-¡Hey! -respondí- quería preguntarte algo, Jordan.
Los nervios me invadieron y toda mi atención se concentró en sus hermosos ojos.
-Claro, ¿qué pasa? -sonrió.
-Y-yo -bufé, ¿por que estaba nervioso? ni siquiera le iba a preguntar nada importante- quería saber si tú podrías ayudarme para preparar una cita con Kyle.
Su mirada se volvió seria.
-Sí, ¿por qué no? -dijo irónica, alzándo una ceja.
-Hey, ¿qué te pasa? -dije confundido por su reacción.
-Si le haces daño a Kyle, tú sufrirás las consecuencias -empujó mi pecho repetidas veces con su dedo índice.
-No lo haría, aparte apenas me gusta, la estoy empezando a querer -gruñí, no me gustaba que hicieran eso conmigo.
-Esa mierda que llaman amor son estupideces, no existe, por eso daña, son jodidas ilusiones.
Concluyó y se fué hecha una furia empujándo a quien se le cruzara por enfrente.

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-Mario, no sé que hice -murmuré con las manos en mi cabeza mirándolo tirado en el suelo- no sé que hice.