"Le adoro como no tiene idea."

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Capítulo especial. 2/(?)

Miré a mi lado, se encontraba un reloj digital. “7:46 AM”.

No había logrado pegar un ojo en toda la noche y justo cuando estoy a punto de caer dormida, mi celular que, según yo, estaba descompuesto, comenzó a sonar. Me levanté perezosamente de la cómoda cama en la que me encontraba y busqué mi celular.

Una vez en mis manos miré que no estaba más la pantalla negra, deslicé un dedo por la pantalla y se abrió un cúmulo de mensajes y llamadas perdidas. La mayoría era de mi madre y los demás eran de un número desconocido. Decidí ignorar los de mi madre, los seleccioné y borré. Abrí los del número desconocido.

“Jordan, soy Mario, he perdido mi celular y tengo uno nuevo, por favor, contesta la llamada.”

Y todos los mensajes decían eso. Este idiota siempre perdiendo todo. La pantalla volvió a brillar, me senté en la cama y contesté.

-¿Eres tan idiota como para perder el celular cada menos de 3 meses? –reí, pero una risa gruesa y macabra opacó la mía.

-Parece que la pequeña niña tonta aquí eres tú. –siguió riendo.

-¿Qu… quién es? –mi voz tembló estúpidamente.

-Oh, mi amor. No querrás saber quien habla. –chascó su lengua- Tengo a tu hermana, si no quieres que le hagamos daño o tu sabes, se vaya de este mundo –volvió a reír, el miedo que comenzaba a tener se empezó a esfumar remplazado por una furia infinita hacia el hombre que hablaba- tendrás que hacer todo lo que yo te pida.

 -¿Cómo se que tienes a mi hermana, hijo de puta? –gruñí, muchas veces me habían hecho esta broma pero esta vez ella no estaba conmigo.

-Te la pasaré. –se escucharon pasos y puertas abriéndose detrás de la bocina, un “Mocosa, te llaman.” se escuchó a lo lejos.

-¿Christi? –hablé.

-Oh mi dios, Jordan. Lo siento, lo siento mucho, mucho. –comenzó a sollozar- Y-yo, yo sólo quería ir a jugar con Jessie, lo siento tanto, estos hombres llegaron y me trajeron a un lugar muy oscuro, tengo hambre y frío, Jordan, ayúdame.

Sentí como mi corazón se congelaba, era su voz, su linda, molesta y aguda voz cuando lloraba.

-¿¡Dónde estás!? –grité escandalizada.

-¡No lo sé, Jordan, no lo sé! –sollozó. Le arrebataron el celular, escuché sus gritos de fondo. La puerta se abrió de golpe asustándome, Daniel miraba fijamente toda la habitación hasta que su mirada cayó en la mía.

-Ahora que ya la escuchaste, deberás hacer esto, me traerás 3 millones de dólares para mañana.

-¿Qué? ¿estás loco? No tengo esa cantidad de dinero. –grité histérica, Daniel se sobresalto y corrió en mi dirección.

-No, y no sé como lo hagas, sé que los tienes en alguna parte, así que mañana te hablaré de nuevo para la zona de encuentro.

Y colgó, ese maldito desgraciado colgó y yo me tiré a llorar.

-La secuestraron, Wade. –sollocé- Ellos la tienen, la tienen y yo no puedo hacer nada para evitarlo.

-¿Qué? ¿de qué hablas? –murmuró acariciando mi espalda- ¿a quién tienen?

-A Christi, se llevaron a mi hermana. –me tiré en su pecho a llorar, empapando su torso desnudo.

-¿Cuánto te están pidiendo? –susurró.

¡El amor no existe!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora