36. Nos mudamos.
Todo era simplemente perfecto.
Estar ahí completamente solos, agarrados de manos y mirándonos a los ojos con intensidad, me transmitía paz, mucha paz.
No importa nada o nadie más, sólo nosotros dos. No existía Valentina, ni Michael, ni nadie que pudiera arruinar este momento.
Él separó nuestras manos y desvió la mirada –Bueno, ya es todo –se encogió de hombros. –Creo que deberíamos volver a la fiesta –acotó.
-¡Oh, sí claro! –Había olvidado incluso que estaba en una fiesta. Reí internamente por ser tan Dory, y me encaminé con el, para al fin salir a donde estaba la piscina y la pista de baile.
-¡Chicos, estaban perdidos! –exclamó una Malena un poco ebria.
-Ehh si –corté. –¿Qué tanto has tomado, Male?
-Oh, nada, solo un poco –hizo un desdén con las manos restándole importancia.
-Supongamos que te creo –entrecerré los ojos.
-Minion, iré con Agus –me informó Ruggero.
-¿Y vos qué onda? –me preguntó sospechoza Malena.
-¡OH! ¡ME PIDIÓ SER SU NOVIA DE UNA MANERA MUY ROMÁNTICA, MALE! –Grité emocionada.
-¡Oh Dios! ¡Esto no me lo esperaba! O bueno tal vez sí, pero no aquí –emoción surgía de su voz.
-Es que fue todo tan perfecto, tan bello –murmuré con aire soñador.
-Me lo imagino, amiga, tienes una cara de tonta enamorada que no te la quita nadie –rio y yo le di un leve golpe en el hombro.
-Ja,ja –me reí sarcásticamente, causando que ella se riera más. –Vamos a bailar.
Dicho y hecho, duramos alrededor de treinta minutos bailando hasta que mis pies no daban para más. Fue una fiesta sensacional. Alrededor de las cuatro o cinco de la mañana estaba llegando a mi casa.
Fue un día perfecto, un día que jamás olvidaré.
(...)
Me levanté debido a que mi cabeza palpitaba fuertemente, casí como si fuera a estallar en algún momento. Me encaminé hacia el baño y solté un gemido de frustación cuando ví mi cara. Mi maquillaje estaba todo corrido.
Nota mental: Dejar de ser tan floja, y quitarse el maquillaje el mismo día.
Luego de lavarme la cara y hacer mis necesidades, bajé las escaleras, y una sonrisa apareció en mi rostro al ver quién estaba sentando en el sofá de la sala, aunque igual me extrañe al verlo ahí.
-¡Rugge! –exclamé sonriendo, yendo hacia él para darle un abrazo.
Se paró de su lugar y correspondió mi abrazo –¡Minion! –Su cabello desordenado se veía tan lindo haciendo juego con sus ojos miel que irradiaban adoración pura. Me tomó la cara y juntó sus labios con los míos, en un profundo y apasionado beso, que fue cortado debido a la falta de aire. –¡Te extrañé tanto!
Reí, apenas teníamos unas cuantas horas sin vernos –¡Que exagerado eres, Pasquarelli! ¡Hace menos de doce horas que me viste, niño!
-Lo sé –dijo para volver a juntar nuestros labios, esta vez el beso fue interrumpido por... ¿Mi mamá? Sí, me giré hacia el marco de la puerta de la cocina y la vi ahí carraspeando la garganta.
-¿Mamá? –corrí hacia ella –¡Cuánto tiempo! ¡Te he extrañado tanto! –la abracé fuertemente. Y si, la verdad no tenía la mejor relación con mis padres ya que casi nunca estaban en casa. Mamá estaba de viaje desde hace como un mes y bueno, deben entenderme llegó inesperadamente.
-¡Oh, Karol! –exclamó, nostalgia pura reflejada en su voz. –¡Yo también te extrañé, pequeña! –nos separamos y nuestros ojos ya estaban aguados, mi vista nublada por las lágrimas, parpadeé dejando salir unas cuantas, acto que ella imitó. –Pero... –habló pasándose las manos por la cara, limpiándose las lágrimas –Ya no estaremos más alejadas –fruncí el ceño. ¿Ya no iría mas a los frecuentes viajes? O, ¿¡Renunciaría a su trabajo!?
-¿Qué quieres decir? –pregunté confusa.
-Quiero decir que... –caminó hacia el sofá y yo la seguí. Su mirada se detuvo en Ruggero, habíamos olvidado que estaba ahí. –¡Oh, Ruggero! ¿Qué estás haciendo por acá?
-Mamá... –alargué tímida. –Ruggero es mi novio –murmuré en voz apenas audible, con la cabeza baja asustada por cual sería su reacción.
-Oh... –Fue todo lo que dijo.
Un silencio incómodo se formó y Ruggero lo rompió de la manera que menos quería.
-Yo... me tengo que ir –se despidió –Nos vemos después, linda –me susurró en el oído para que mamá no escuchara y sin más, salió de la casa. No quería que el se fuera, pero necesitaba hablar con mamá.
-Te felicito, K. –dijo sincera. Solo le dí una tímida sonrisa –Karol, necesito hablar seriamente contigo.
Oh-oh.
En verdad, cuando mamá me decía tenemos que hablar, era algo serio, muy serio.
Tragué saliva, sentí mi garganta secarse –Claro, ¿Sobre qué? –pregunté temerosa.
-Nos mudaremos –habló sin ningún rastro de burla o chiste en su voz. Ahora era totalmente neutra.
Esas dos palabras, fueron las necesarios para que el mundo se me viniera encima. ¿Qué daño le había hecho a las personas como para merecer esto? El destino estaba en mi contra. Es tan injusto, que en mi mejor momento, cuando tengo por fin a Ruggero, cuando es mi novio e intentamos ser feciles, alguien simplemente llega y arruina esa felicidad de alguna manera. Sentí como me desvanecía lentamente, y mis ojos aguarse, mi labio inferior temblaba.
Las lagrimas rodaron de nuevo por mi cara – ¿Ha-hablas en se-erio? –tartamudeé.
-Muy en serio, K –agachó la cabeza.
-¡No, no, mamá! ¡No puede ser! ¡No este momento! –me alteré.
-Karol, sé que no es lo que planeabas y menos ahora, pero... las cosas pasan por algo, debemos irnos.
-No iré mamá –hablé decidida, y ella soltó una risa seca. Me molesté. –¿Qué te parece tan gracioso? –me paré del mueble donde estaba, colocándome frente a ella.
Negó con la cabeza –Sientáte –me ordenó, y de mala gana lo hice –No es lo que tu digas. Yo mando Karol, nos iremos dentro de una semana, aún tienes tiempo para despedirte.
-¡No es tan fácil mamá!
-Lo sé K, lo sé. Pero debes entender, es un gran trabajo el que me espera, tu tendrás una mejor vida al...
La interrumpí –¡No! ¡No sin Ruggero! –rodó los ojos. Y se que era ilógico ya que apenas llevábamos unas horas de ser novios pero lo quería tener siempre para mí, la idea de estar sin él me asustaba.
-Karol... No te comportes como una niña inmadura...
La interrumpí de nuevo –¡Oh, así que ahora también soy inmadura! No iré y punto. Hablé decidida y sin más salí de la sala y me tumbé en mi cama a llorar.
Estaba tan abrumada.
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Compañeros de Baile.
FanficKarol, una chica que ha estado enamorada de Ruggero desde siempre, jamas tuvo el valor para decirle, ya que pensaba que la rechazaria. Ruggero tambien esta enamorado de Karol o eso, hasta que Valentina y Michael llegan al colegio. Valentina, problem...